Para conocer cómo el ser humano ha explorado y dominado el espacio geográfico los científicos han investigado los fósiles, herramientas, huesos y otros
vestigio hallados en través de excavaciones de diferentes profundidad.
Las investigaciones arqueológicas buscan las huellas de los primeros seres
humanos e intentan seguir rastros de las condiciones geográficas y físicas que
permitieron su desplazamiento por los lugares más apartados de nuestro planeta.
Durante el recorrido de este tema conocerás algunos vestigios que los seres humanos fueron dejando por los territorios ocupados y descubrirás cómo
las interacciones humanas fueron transformando los territorios. Para iniciar,
se dará respuesta a interrogantes como ¿de dónde venimos todos? y ¿dónde
empezó el viaje de la humanidad?
Se han hallado indicios de que los primeros seres humanos se desarrollaron
en el continente africano y que desde este continente empezaron, hace millones de años, a desplazarse hacia los demás territorios en busca de comida
y otros climas para vivir.
Una de las pruebas de este origen se comprobó a raíz del hallazgo, en el
sur de Etiopía, de una serie de fragmentos óseos de cráneo en la década de
los años sesenta, los cuales tienen aproximadamente, 195.000 años de edad.
Hasta el momento, estos son los rastros de Homo Sapiens más antiguos
que se han hallado. Con base en estos vestigios se ha formulado la teoría de
que los seres humanos provenimos de África, a pesar de que los primeros homínidos existieron hace aproximadamente cuatro millones de años.
Las investigaciones de los primeros restos humanos hallados en el sur de África presumen que
estos habitantes se refugiaron en estos territorios
porque tenían cuevas confortables, con climas
adecuados en su interior y que los protegían de
los fuertes vientos. Es importante destacar que estos humanos ya tenían características similares a la
supervivencia actual, utilizaban herramientas para
cortar madera, plantas y carne; además, eran expertos cazadores de grandes animales.
En el continente africano, según las investigaciones, se desarrollaron varios grupos de seres humanos, pero sólo un grupo fue el responsable de la
expansión de la población al resto de continentes.
Al observar un mapa de este continente se puede detectar la ausencia de un camino fácil para
salir a otros espacios; sin embargo, un descubrimiento al otro lado de Israel sugiere el camino que
se utilizó para la salida.
Ese descubrimiento se da hacia la década de
1930, cuando se realizan varias excavaciones en
el monte Carmelo y se hallan, en unas cuevas, los
restos de diez esqueletos humanos. De acuerdo
con los estudios realizados a estos esqueletos, sus
huesos tienen una antigüedad de 100.000 años.
Con base en estas investigaciones surge la pregunta de cómo llegaron hasta este lugar a pesar de la
enorme barrera natural que representa el desierto
de Sahara.
Según diversas investigaciones, se cree que los
cambios climáticos pueden dar respuesta a este
interrogante. Al parecer, hace unos 140.000 años
este desierto estaba conformado por ríos y lagos,
además estaba cubierto de vegetación. Esto puede
explicar cómo los seres humanos y los animales siguieran este camino y cómo con el tiempo llegaran
a Israel, territorio en donde vivieron miles de años.
A pesar de estas suposiciones no se tiene ninguna prueba de que los seres humanos se establecieron en este lugar o que siguieron su camino a
otras partes. Se afirma que, muchos años después,
se presentan de nuevo cambios climáticos que hacen resurgir las grandes extensiones de desierto,
cerrándose la posible ruta y generando, además,
hambrunas que hicieron desaparecer la especie
humana de este lugar.
Otra ruta de migración de África
La otra ruta posible es por el mar Rojo, que separa
a África de Arabia. Esta zona es estrecha, tan solo
está separada por 30 km de ancho aproximadamente, con los cambios climáticos alcanzó a tener 11 km. Por eso, se le ha denominado como la
puerta de la travesía.
Se cree que esta travesía se pudo realizar hace
unos 70.000 años y aunque las condiciones del
desierto de Arabia no fueron tan propicias para
el establecimiento humano, los científicos han
hallado infinidad de herramientas de piedra que
confirman el asentamiento de seres humanos en
este desierto.
La explicación para poder soportar el clima del
desierto se explica por la presencia de unos vientos llamados monzones, los cuales se presentan en
verano y traen lluvias consigo, especialmente en la
parte sur, convirtiendo esta zona en un área bastante fértil. Por lo tanto, es posible que este fenómeno climático permitiera el establecimiento de
grupos humanos.
Cabe la posibilidad que este fenómeno climático les permitiera a nuestros
antepasados establecerse al sur de Asia, porque encontraron una fuente de agua
dulce con extensiones de tierras fértiles hasta el Golfo Pérsico. Además, con los
manantiales de agua dulce se abastecían de agua, del mar extraían los alimentos y en el desierto encontraban los elementos para fabricar sus herramientas.
¿Cómo se pobló el continente asiático?
Las pruebas indican que el poblamiento de Asia se inició aproximadamente hace
70.000 años, cuando un grupo de homínidos que hacían parte del continente
africano atravesaron el Medio Oriente, bordearon el cauce de los principales
ríos y atravesaron las inmensas cordilleras hasta llegar al centro del continente.
Para los expertos ha sido bastante difícil seguir el rastro de las pisadas de
estos primeros pobladores. A pesar de esto, se han hallado algunas huellas a
través de unas herramientas de piedra, descubiertas en el sur de Siberia, que
indican la presencia humana en Asia.
Pero estos hallazgos han sido demasiado alejados del espacio geográfico
que ocupan los pueblos nativos actuales, como los evenki, de la parte norte
de la llanura Siberiana. La razón más probable para explicar este desplazamiento hacia el norte, a pesar de las condiciones extremas del clima por las
bajas temperaturas en este lugar, es la necesidad de la caza. La principal fuente de riqueza era el reno y éstos ayudaron, junto con el clima, a sustentar un
estilo de vida nómada. Los evenki, aún en la actualidad, se movilizan tras las
migraciones de los renos.
El dominio del espacio geográfico europeo
Diversas investigaciones afirman que hace unos 70.000 años, los homínidos
pudieron cruzar las zonas desérticas de África, gracias a que el cambio climático permitió el surgimiento de extensiones verdes, que fueron atravesadas
por los pobladores sin mayor dificultad, hasta llegar a Turquía.
Actualmente, Asia y Europa están separadas por el estrecho del Bósforo,
pero en tiempos remotos el nivel del mar era más bajo y este estrecho pudo
ser cruzado por grupos humanos, condición que pudo facilitar la llegada de
los primeros pobladores al continente europeo.
Hace 40.000 años Europa fue el territorio de los neardenthales, considerados como
los primos lejanos de nuestros antepasados. Se puede afirmar que, mientras en Europa
vivían los neardenthales, en África ya estaban surgiendo los primeros seres humanos.
Los científicos hallaron una flauta de marfil, que es el instrumento musical
más antiguo del mundo, con unos 35.000 años de antigüedad y unas figurillas
de humanos con cabeza de león. Estos descubrimientos esclarecen algunas características del Homo Sapiens o humanos actuales, que se diferencian de los
neardenthales, principalmente por sus avances en habilidades comunicativas.
Los primeros neardenthales fueron limitados en su espacio y no mantuvieron
comunicación con otros pobladores, mientras que los Homo Sapiens tuvieron
poblaciones numerosas, con territorios extensos y facilidad de comunicación.
La presencia de estos factores puede confirmar la supervivencia de los seres
humanos actuales, mientras que los neardenthales desaparecieron en su totalidad. Al parecer, hace unos 20.000 años atrás estábamos solos en Europa, y es
precisamente en esa época que llegaron nuevos grupos humanos provenientes
del oriente. Estas oleadas migratorias coincidieron con los periodos prehistóricos más desarrollados y con un florecimiento de la cultura que demuestra el
grado de sofisticación de los antepasados de la edad de piedra.
Después de casi 100.000 mil años de ser nómadas y cazadores recolectores,
los seres humanos empezaron a sedentarizarse y a cultivar la tierra. Con la llegada
de la agricultura los recursos alimenticios se volvieron más seguros permitiendo
la expansión de las poblaciones por toda Europa, especialmente al sur, donde se
presentaban las mejores condiciones climáticas. De esta forma, se fue preparando
el camino para el asentamiento de las grandes civilizaciones de Grecia y Roma.
Australia, una gran travesía para su poblamiento
Los primeros pobladores de Australia, al igual que
en Europa y Asia, tienen su origen en África. Pero,
¿cómo llegaron? La explicación más aceptada afirma que un grupo de humanos que salió de África,
cruzó el mar Rojo y avanzó hacia el oriente, bordeando la costa de Arabia, hasta llegar a la India.
Es posible que las condiciones que encontraron en
los litorales fueron favorables por la abundancia
de alimentos y agua dulce; sin embargo, se tienen
pocas huellas de este recorrido para comprobar dichas afirmaciones.
Además, se hallaron algunos restos arqueológicos que evidencian presencia humana al interior del continente asiático. Estos vestigios datan
de hace 60.000 años época en la que, según los
científicos, la masa continental de la India fue
mucho más amplia, razón por la cual hay restos
arqueológicos mar adentro.
Los estudios realizados en este lugar se deben,
especialmente, a la presencia de las cenizas volcánicas, que se originaron por la enorme explosión
que se presentó en el monte Toga en Indonesia,
hace aproximadamente 74.000 años, la cual arrojó más de 2.800 kilómetros cúbicos de cenizas,
alrededor de 2.000 kilómetros a la redonda y destruyó toda forma de vida.
Por lo tanto, para estudiar la presencia de los
humanos en este lugar es necesario realizar excavaciones por debajo de esas cenizas. Es así como
se han hallado puntas de proyectil y de lanza, con
lo cual se demuestra la existencia de seres humanos antes de la explosión. Entre estos hallazgos
hay unos por encima de las cenizas, lo que permite deducir que, a pesar de ser tan destructiva esta
explosión, el ser humano sobrevivió.
Esta supervivencia les permitió continuar con el
gran viaje. Unos siguieron en busca de alimentos,
bebidas y refugio, otros se establecieron en el sureste asiático formando tribus aisladas.
Como prueba de lo anterior, en el norte de Malasia existen las tribus Seman, que han vivido allí
aisladas durante mucho tiempo.
A pesar de vivir en el continente asiático, sus rasgos físicos son africanos.
Los estudios de ADN han demostrado que efectivamente descienden de África desde hace aproximadamente 60.000 años.
Mientras tanto, otros grupos continuaron su viaje por las costas de océano Índico
hasta llegar a Australia. Durante este recorrido enfrentaron dos barreras naturales:
1. El cruce del mar desde la península de Malaca hasta las islas del sudeste
asiático. Al parecer esto fue posible porque hace unos 70.000 años, el planeta vivió la edad de hielo, que cubría los mares. Esto permitió el cruce de
los pobladores sin mayores dificultades.
2. Las condiciones de la selva tropical de Borneo, que se caracterizó por
ser impenetrable, con animales y terrenos bastante peligrosos; sin embargo, los pobladores australianos supieron enfrentar estas condiciones y
aprendieron a dominar y transformar estos espacios geográficos en busca
de satisfacer sus necesidades.
¿Cómo llegaron los primeros pobladores a América?
América fue un continente aislado de los demás y tuvo una población tardía porque:
• No existían condiciones físicas para poder atravesar el océano Atlántico.
• El océano Pacífico, al occidente, tiene más de 10.000 kilómetros de extensión.
• Gran parte del norte del continente estaba cubierto por las grandes extensiones de hielo.
A pesar de estas barreras, el poblamiento del continente americano se presentó gracias al paso por las tierras congeladas del norte, en lo que hoy conocemos como Canadá y Alaska. Durante la glaciación (hace 15.000 a 18.000
años), el mar de Bering se congeló, creando un puente entre Asia y América.
De esta manera los grupos humanos pudieron pasar a pie. Estas condiciones
permitieron el ingreso de multitud de pobladores que, a través del tiempo,
fueron avanzando hacia el interior del continente americano. Por el estrecho
de Bering además cruzaron desde Siberia manadas de animales herbívoros,
que buscaban pastos y fértiles valles para refugiarse, también llegaron numerosos carnívoros y osos gigantes.
Con el paso del tiempo, se inició un proceso de deshielo de la glaciación,
que cedió espacios geográficos hacia el sur. En ese momento la mayoría de
los grupos humanos comenzaron a colonizar tierras que jamás habían poblado, y con el tiempo llegaron a desarrollar altas culturas como las de los
mayas, aztecas, incas, muiscas y taironas. Desde estos indicios la teoría de
poblamiento de nuestro continente que ha sido más aceptada plantea que
todos sus pobladores descendientes de Siberia.
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