miércoles, 6 de marzo de 2024

Japón como potencia - Estados Unidos como potencia

La era Meiji, que se presenta desde 1868 a 1912, comprendió para Japón un periodo de cambios significativos por cuanto se pasó de un sistema feudal a un vertiginoso estado de modernización. Este desarrollo tiene una marcada influencia en los aspectos económico y militar especialmente, puesto que influyen directamente en el proceso de expansionismo que perfilara a este país como la nueva potencia de oriente.

Japón: desarrollo industrial y político. 

Durante la era Meiji, en la cual se mantuvo una amplia intervención del Estado y se dan las garantías para la formación de grandes grupos empresariales como los zaibatsus, se presenta un proceso de industrialización que se caracteriza por su acelerada evolución atribuida a razones culturales y religiosas, puesto que en Japón se tuvo más importancia a los valores comunitarios que a los individuales. Este amplio desarrollo le daría la seguridad de estar por encima de sus vecinos como China en cuanto a su progreso capitalista.

Con relación a lo político, debido a la apertura hacia el exterior, Japón toma la idea de un gobierno representativo. Fue así como a partir de 1889 se da una nueva Constitución con una Cámara de representantes electiva y una Cámara de Pares semi electiva. Sin embargo, este carácter representativo se va reduciendo hacia los años veinte con la instauración progresiva de un gobierno militarizado, por el deseo de mantener mayor estabilidad y mejores mercados en los territorios colonizados.

Japón, expande sus fronteras 

Japón inicia su contacto con el mundo occidental hacia mediados de siglo XIX, cuando decide salir de su encierro político y cultural. Pero su política expansionista la desarrolla a partir de la generación de fuertes conflictos como la Guerra Sino – japonesa y la Guerra Ruso – japonesa.

La Guerra sino – japonesa: 

es el enfrentamiento que tiene Japón con Corea y posteriormente con China. Durante esta pugna China tiene una destrucción total de su flota naval, situación que refleja su debilidad a nivel internacional. Por su parte, Japón sale victorioso, aunque las potencias del occidente lo obligaron a entregar la mayoría de sus ganancias territoriales a Rusia. Esta situación fue la causante de la posterior guerra entre Rusia y Japón; sin embargo, para Japón este triunfo significa la primera muestra de su expansionismo.

La guerra ruso – japonesa:

 en 1905 se enfrentan los zares de Rusia, con el poderoso imperio japonés. El fin de la guerra deja a Japón con una clara victoria sellada en el tratado de Portsmouth, donde Rusia tuvo que abandonar Manchuria, la cual queda bajo el poder japonés. Además de la posesión de nuevas tierras Japón inicia la instalación de bases militares en el continente demostrando su poderío, hasta lograr anexionarse con Corea, sin ninguna oposición. Estos resultados sorprenden al mundo occidental, pues esta nación asiática se había convertido en una nueva potencia de carácter mundial.

Estados Unidos como potencia 

El proceso de inmigración que ha tenido Estados Unidos desde la segunda mitad del siglo XIX, con el ingreso de más de 40 millones de personas a su territorio, quizás es el mayor determinante del progreso que ha logrado alcanzar hasta el presente. Gracias a este significativo número de inmigrantes en su mayoría del sur y centro de Europa, se logró tener un grado de diversificación en la producción en los sectores agrícola e industrial. Tal es el caso de la ciudad de Nueva York en la que se establecieron la gran mayoría de judíos expulsados de Rusia, quienes a partir de su trabajo constante conformaron uno de los centros de manufactura textil más importantes del país

Los principales alcances de este proceso de producción se reflejan en la expansión económica de la nación y el crecimiento de las grandes ciudades, que junto a la gran demanda de productos contribuyeron al perfeccionamiento y distribución del mercado masivo.

A pesar de la expansión industrial y de la emigración del campo hacia las ciudades, se sostuvo un equilibrio entre el desarrollo industrial y del agro, gracias a que en la Islas Vírgenes del oeste se mantuvo la producción de bienes primarios. Esta balanza en la producción, fortalece desde comienzos del siglo XX la independencia de Estados Unidos para autoabastecerse casi en la totalidad de productos necesarios para la población existente.

Al comenzar el siglo, bajo presidencia de Theodore Roosvelt, Estados Unidos adquiere una importante experiencia en asuntos públicos, más energía y ansias de poder. Este ambiente se refleja en el suceso de Panamá, donde Colombia pierde la soberanía sobre este territorio y se le concede a Estados Unidos una franja para construir en canal, a cambio de una suma de 10 millones de dólares.

El conjunto de todos los logros económicos, la estabilidad social y la expansión económica y territorial, marcan para Estados Unidos, los pasos de un gigante que va a tener una total trascendencia en la historia del siglo XX, como uno de los principales protagonistas en la intervención de importantes asuntos internacionales.


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