jueves, 10 de agosto de 2023

Colombia, primera mitad del siglo XX

 

En la primera mitad del siglo XX, el territorio colombiano vive diferentes procesos económicos, políticos y sociales que se encuentran determinados por los acontecimientos que se desarrollan a nivel global, tales como la depresión económica de 1929 y la Segunda Guerra Mundial.

De acuerdo con este panorama, este capítulo estudia la agudización de la crisis cafetera con sus consecuencias económicas, las nuevas reformas políticas que se instauran dentro del periodo de la República Liberal, los fenómenos sociales que están dados a partir de la organización de la clase obrera y el fenómeno de la violencia que se genera con los cambios estructurales que vive el país durante este periodo de su historia.

Durante los últimos años del siglo XIX y la primera década del XX, comenzó a desarrollarse en el centro del país (Santanderes, Cundinamarca y sur del Tolima.) bajo la modalidad de la “hacienda”. La “hacienda”, descrita por el historiador Salomón Kalmanovitz, era una gran extensión de tierra (propiedad de un terrateniente) en la cual se desarrolló un sistema de trabajo en peores condiciones que en la tabacalera. A los arrendatarios o jornaleros se les prohibía desarrollar cualquier tipo de actividad (sembrar, tener ganado, gallinas) en sus parcelas, en especial el cultivo de café; este lugar se debía limitar tan sólo a la vivienda.

La mano de obra se basaba prácticamente en el trabajo familiar en donde el pago en metálico era escaso. Así mismo, “estas haciendas constituían verdaderos circuitos cerrados sobre sus arrendatarios, cuyo objeto era mantenerlos aislados de los mercados, muchas haciendas cafeteras tenían billetes propios de pequeño valor y monedas de níquel u hoja de lata con los cuales se hacían todas las transacciones internas (...) los trabajadores se veían obligados a comprar enseres en la tienda que el mismo hacendado establecía, constituyéndose esto en un nuevo factor de explotación”.

Así el terrateniente atesoraba cada vez más, mientras que para el campesino las condiciones eran más difíciles, frenando inclusive el mismo desarrollo capitalista interno al no existir una liberación de la mano de obra paga mediante un salario. Las condiciones de explotación de los arrendatarios llegó a puntos tan extremos que estos no tuvieron más opción que las vías de hecho de exigir derechos y evitar tanto abuso; es así como generaron organizaciones de rechazo al sistema de obligaciones y multas, exigieron la terminación de las tiendas raya (donde se les obligaba a comprar), el pago de salarios (no se nos olvide que el sistema de haciendas era casi semifeudal) e inclusive comenzaron a exigir indemnizaciones en caso de desalojo.

Para Kalmanovitz los resultados de la producción cafetera pronto comenzarían a verse: primero Conceptualización La hacienda cafetera el café fue sacado por el río Magdalena, y luego “permitió el avance del ferrocarril de Antioquia hacia Puerto Berrío, tramo terminado en 1914 después de muchas dificultades (...) La producción de Caldas fue empalmada con la de Mariquita, cerca del río Magdalena, mediante un cable aéreo de 72 kilómetros de extensión tendido entre Manizales y este municipio”. Resurgió el puerto de Barranquilla, que sería el más importante del país, y luego el de Buenaventura, tan fundamental en la nueva dinámica mundial.



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