La civilización del antiguo Egipto, famosa por sus pirámides, faraones, momias y tumbas, fue próspera durante miles de años. Pero ¿Cuál fue su huella a largo plazo?
Así contribuyó el antiguo Egipto a la sociedad con su evolución cultural, especialmente en lengua y matemáticas.
De ciudades-estado al estado egipcio
La antigua civilización egipcia se prolongó durante más de 3.000 años, y se convirtió en una de las civilizaciones más poderosas y emblemáticas de la historia. En su apogeo, el imperio del antiguo Egipto se extendía hasta la actual Siria al norte y hasta el actual Sudán al sur. Pero mucho antes de ser un imperio, el antiguo Egipto era una serie de pequeñas ciudades-estado independientes que prosperaron a lo largo del río Nilo, en el norte de África. Las ciudades-estado se dividían en dos regiones y se nombraban según el flujo del Nilo. El Alto Egipto, al sur, que estaba río arriba, y el Bajo Egipto al norte, que estaba río abajo. En torno al 3100 a.C., las dos mitades se unieron, creando así un estado egipcio que duró milenios.
Los periodos del antiguo Egipto
El reinado de la civilización puede dividirse en tres periodos principales de prosperidad llamados Imperios Antiguo, Medio y Nuevo, y dos periodos de inestabilidad entre medias llamados primer y segundo periodos intermedios
Los faraones
Al frente del pueblo egipcio hubo una sucesión de unos 300 gobernantes, a menudo denominados faraones. Faraón, que significa casa grande en egipcio, nunca fue el título formal del gobernante. Solo se convirtió en sinónimo de la persona gobernante en tiempos modernos gracias a su uso en la Biblia hebrea. Estos gobernantes, que no siempre fueron hombres ni egipcios, eran considerados protectores del pueblo y servían como vínculos divinos entre la humanidad y los cientos de dioses a los que adoraban.
Tras la muerte de los gobernantes, los antiguos egipcios creían que se convertían en dioses. Para preparar su viaje al más allá, los gobernantes construyeron tumbas elaboradas como las Grandes Pirámides de Guiza y mausoleos subterráneos en el Valle de los Reyes. Los gobernantes llenaron sus tumbas con todos los objetos que pudieran necesitar en el más allá, como oro, joyas, comida, bebida e incluso mascotas.
Prepararse para viajar con los dioses también implicaba momificar el cuerpo. El cadáver se embalsamaba, se envolvía en cientos de metros de lino y se colocaba dentro de una tumba para que el cuerpo pudiera ser reanimado en el más allá. Hasta hoy, estructuras como las grandes pirámides son el testamento del papel de la religión en las vidas de los antiguos egipcios. Pero también representan el poder innovador y cultural del pueblo egipcio.
Matemáticas e ingeniería
Las innovaciones en matemáticas y lenguaje escrito en particular impulsaron su civilización hacia el éxito. Las matemáticas, en concreto las medidas matemáticas, ayudaron a los egipcios a entender y aprovechar su mundo con números como ninguna otra civilización lo había hecho.
Desarrollaron una nueva medida denominada codo. Se usaba para diseñar estructuras gigantescas como la Gran Pirámide con una impresionante precisión geométrica.
Los egipcios también medían el tiempo. Combinando matemáticas y astronomía, establecieron una división de 24 horas en un día y crearon un calendario solar, el primer sistema de datación de la historia que presentaba 365 días en un año.
Por último, los egipcios desarrollaron métodos para medir e inspeccionar la tierra alrededor del Nilo. Estas proezas de ingeniería civil dieron paso a la construcción de presas, canales y sistemas de irrigación que ayudaron a que la ganadería y la agricultura prosperaran en el valle del Nilo.
Los jeroglíficos
Además de conceptos matemáticos, los antiguos egipcios también crearon lenguajes escritos para describir el mundo que les rodeaba. El más antiguo y probablemente el más conocido de ellos es la escritura jeroglífica. Este sistema se desarrolló en torno al 3150 a.C. durante el Imperio Antiguo y tiene más de 700 caracteres pictóricos. Se usó para escribir sobre monumentos y cerámica y sirvió principalmente a un propósito decorativo o ceremonial.
Poco después, se desarrolló otra forma antigua de escritura denominada hierática a partir del sistema de jeroglíficos. Era una forma de cursiva que se escribía con tinta y tenía un propósito más funcional.
A diferencia de su predecesor más formal, la escritura hierática se escribía sobre otra innovación del antiguo Egipto: el papiro. El papiro era un tipo de papel derivado de la planta del papiro, que crecía en abundancia a lo largo del Nilo. Este medio proporcionó a los antiguos egipcios una nueva vía de comunicación y de mantenimiento de registros que permitió que los conocimientos administrativos de sus civilizaciones aumentaran y que su cultura se extendiese durante miles de años.
El fin del imperio
Como con todos los grandes imperios, el antiguo Egipto llegó a su fin. Finalmente, fue conquistado tras una serie de invasiones, incluidas las del imperio persa en el siglo IV a.C. y el imperio romano en torno al 30 a.C. No muchas civilizaciones pueden decir que han vivido más de 3.000 años, por no hablar de que realizaron grandes aportaciones culturales que hacen eco en la era moderna.
El antiguo Egipto, con sus innovaciones lingüísticas y matemáticas, su espiritualidad y religión y su amplio poder político y militar, dejó el listón muy alto para todas las civilizaciones siguientes.
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