miércoles, 8 de febrero de 2023

LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES DEL ANTIGUO CONTINENTE

LAS PRIMERAS CIVILIZACIONES DEL ANTIGUO CONTINENTE

Como civilización se denomina el conjunto de costumbres, conocimientos, artes e instituciones que constituyen las formas de vida de una sociedad humana. En este sentido, las civilizaciones son sociedades que han alcanzado un alto grado de complejidad en sus formas de organización, sus instituciones, su estructura social y sus relaciones económicas; que están dotadas de un sistema de político, administrativo y jurídico, y que han desarrollado el conocimiento científico y tecnológico, así como el arte y la cultura.

 Las antiguas civilizaciones se caracterizaron por ser sociedades urbanas y sedentarias. Esto quiere decir que se establecieron en las ciudades, descubrieron la agricultura y a partir de ella desarrollaron diferentes desarrollos tecnológicos y económicos como la división del trabajo, la comercialización de los sobrantes de la producción y alcanzaron un desarrollo avanzado y complejo. Así mismo, una característica de las civilizaciones antiguas fue el uso de la escritura para el registro de sus leyes, su religión, y la conservación de la memoria de su pasado.  

 


La ciudad como centro de la civilización:

El inicio de la vida urbana y el origen de la civilización están estrechamente relacionados. Si bien existe  evidencia  de  ciudades  que  existieron  con  anterioridad  al  surgimiento  de  las  primeras civilizaciones (como Jericó en el 8000 a. C. o Catal Huyuk en el 6500 a. C., ambas en el Cercano Oriente), son las grandes ciudades surgidas con posterioridad, las que serían el centro desde que se desarrollaron y organizaron las civilizaciones antiguas. En términos generales, las ciudades antiguas se establecieron en torno a los edificios, donde se concentraba el poder político y religioso. En la zona contigua, los espacios destinados a labores como el comercio y la artesanía. Y a las afueras, La ciudad como centro de la civilización:

El inicio de la vida urbana y el origen de la civilización están estrechamente relacionados. Si bien existe  evidencia  de  ciudades  que  existieron  con  anterioridad  al  surgimiento  de  las  primeras civilizaciones (como Jericó en el 8000 a. C. o Catal Huyuk en el 6500 a. C., ambas en el Cercano Oriente), son las grandes ciudades surgidas con posterioridad, las que serían el centro desde que se desarrollaron y organizaron las civilizaciones antiguas. En términos generales, las ciudades antiguas se establecieron en torno a los edificios, donde se concentraba el poder político y religioso. En la zona contigua, los espacios destinados a labores como el comercio y la artesanía. Y a las afueras, las tierras dedicadas a la agricultura y la ganadería. Cada espacio habitado por la población que desempeñaban dichas labores.

PRINCIPALES FOCOS DE DESARROLLO DE LAS CIVILIZACIONES ANTIGUAS (3.000 A.C – 476 D.C.)



CIVILIZACIONES FLUVIALES: Así se denominan al grupo de civilizaciones antiguas surgidas en el viejo continente, a orillas de grandes ríos. Este proceso inicia hacia el año 4.000 a.C., cuando algunas sociedades ubicadas en los valles fértiles de grandes ríos se hicieron más prósperas y complejas gracias a las condiciones geográficas que favorecieron el asentamiento de pueblos agricultores y ganaderos. Esto llevó a que muchas aldeas surgidas en el neolítico se transformaran en ciudades.   

Este cambio ocurrió específicamente en regiones cerca de las cuencas de grandes ríos como el Tigris y Éufrates en Mesopotamia, el Ganges y el Indo en la India, el Río Amarillo en China o el Nilo en Egipto

La mayoría de estos territorios estaban entre desiertos. Sin embargo, eran fertilizados periódicamente por los ríos, lo que llevó al hombre a adaptar el medio y a transformarlo, controlando poco a poco la tierra y las aguas, aprovechándolas para la agricultura, creando sistemas de riego para los cultivos, iniciando así la revolución urbana y estableciendo las primeras relaciones comerciales.

La aparición de la escritura:

La escritura apareció en la región de Mesopotamia, en el Oriente Medio, hace más de 5.000 años.  Mientras los seres humanos vivieron en pequeñas aldeas era fácil recordar los nombres de las personas que formaban el grupo, a quién pertenecía cada rebaño, la cantidad de grano cosechado, etc. Cuando las ciudades crecieron, se hizo necesario crear un sistema de control para conservar los datos que interesaban al rey y a su gobierno, como los impuestos, las transacciones comerciales, etc. De esta manera estos pueblos experimentaron la necesidad de registrar por escrito estos y otros asuntos. Aparecieron así los libros sagrados, los libros de ciencia y las primeras obras literarias de historia.  La importancia del descubrimiento de la escritura fue tan grande que muchos historiadores marcan este acontecimiento como el hecho que marca la división entre prehistoria e historia. 

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