En el libro V de La Ilíada, Homero nos regala otra versión sobre el origen de esta diosa. Según él, era hija de Dione, la diosa oracular original en Dódona. Dione parece ser equivalente a Rea, la Madre Tierra, a quien Homero trasladó al Olimpo y alude a un hipotético panteón protoindoeuropeo original, con un dios jefe, representado por el cielo y el rayo, y la diosa jefa, representada como la tierra o el suelo fértil. Una vez que el culto a Zeus hubo usurpado el oráculo-robledo de Dódona, algunos poetas lo tuvieron por padre de Afrodita.
Sin embargo, el nombre Afrodita significa «nacida de la espuma«, pues esta es la versión más “aceptada”, y la favorita por todos los artistas que la han representado. Su origen se remite al mito de la creación del olímpico. Gea era la madre Tierra de donde habían surgido todas las razas divinas. Ella sola engendró a Urano (el Cielo), y se unió con él para dar a luz a los Titanes, a los Cíclopes y a los Hecatonquiros.
Pero Urano odiaba a todos sus hijos, por lo que los obligó a vivir en las profundidades de su madre. Un día ella decidió liberarlos y les pidió que se vengaran de su padre, pero todos le temían demasiado. Sólo el menor, Cronos (el tiempo) aceptó la tarea y Gea le entregó una hoz de acero. En la noche, cuando Urano cubrió a Gea para unirse con ella, Cronos le cortó los genitales, y la sangre y el semen de éste cayeron al mar, donde comenzó a formarse la espuma que dio vida a Afrodita.
Llevó más tarde su divina presencia hasta la isla de Citera; pero como le pareció una isla muy pequeña, se trasladó al Peloponeso, para luego establecerse definitivamente en Pafos, Chipre, donde continúa siendo el principal lugar donde se la adora.
Afrodita no tuvo infancia. Se dice que nació adulta, núbil e infinitamente deseable. A veces, se la presenta vanidosa, malhumorada y susceptible. Lo cierto es que es protagonista de decenas de mitos, y al ser de una generación anterior a la de Zeus, es la mayor de los dioses olímpicos.
Debido a su inmensa belleza, Zeus hizo que fuera desposada por Hefesto, el severo, malhumorado, cojo y feo dios del fuego, sólo para evitar que la bella diosa fuera la causa de violencia entre los otros dioses. Por supuesto que Afrodita no estaba contenta con esto y no vaciló a la hora de aceptar el amor de otros, tanto dioses como mortales. Entre sus amantes se encuentran Ares, Hermes, Adonis y Anquises. Así Eros fue fruto de su amor con Ares, el dios de la guerra; Hermafrodito, de su unión con Hermes; y Eneas, el héroe troyano, junto al príncipe Anquises.
Aunque usualmente se hace referencia a Afrodita como “la diosa del amor”, cabe señalar que no era del amor en el sentido cristiano o romántico, sino específicamente erótico (atracción física o sexual)
3 comentarios:
Es interesante ver otra perspectiva de lo que sabíamos de esta diosa, pensábamos que era un amor familiar pero es un amor de deseo.
También es impresionante ver como los mitos se refleja el machismo pues seus prefirió desterrarla solo porque los hombre no se pelearan
Esta historia es un poco fuerte en el hecho de que Urano odiaba a todos sus hijos con solo ese hecho me da a pensar que hoy en día en la vida real se sigan viendo esos casos. Bueno de igual forma es muy curioso en la manera que nace Afrodita ,de una espuma y que es la diosa de la atracción física o sexual
posee la mayor parte de los poderes de un dios como la inmortalidad o la capacidad de teletransportarse. También posee algo de fuerza y la habilidad de volar y cambiar su apariencia
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