Carlos Marx
Carlos
Marx nació en Trier, Alemania, el 5 de mayo de 1818. Su padre fue un abogado judío convertido en
protestante. En 1835 comenzó sus
estudios universitarios en la Facultad de Derecho de Bonn, y en 1836 los
continuó en Berlín, donde se doctoro en 1841.
Paralelamente estudio filosofía e historia y tomo contacto con los
helegianos de izquierda, dedicándose a fondo a la comprensión del sistema
filosófico de Hegel, que ejercía en él una gran influencia. Desde 1841 hasta 1843 colaboro como periodista
y jefe de redacción del diario liberal Rhenische Zeitun. Pero por la tendencia democrática revolucionaria
del periódico fue censurado varias veces, hasta suprimirlo. En esa época conoce a Feuberbach, helegiano
de izquierda que evolucionó hacia el materialismo, otra de sus importantes
influencias. También en esos años se
familiariza con los escritos de Proudhon, Fourier y Leroux, a quienes luego
denominarían socialistas utópicos. En
1844 se traslada a París, en Francia conoce a los socialistas revolucionarios,
y se interioriza de los escritos de Saint Simon, quien también ejerce una gran
influencia en Marx. En ese año, conoce a
Federico Engels, con quien Marx compartió la elaboración de su pensamiento y quien
además de ser un importante colaborador, se convierte en fundamental
complemento hasta el punto de que muchos de los elementos del sistema marxista
se deben a su inspiración. En 1845, Marx
escribió con Engels “La Sagrada
Familia”, obra dirigida contra los hermanos Bauer, helegianos de izquierda y en
ese mismo año también redactan la Ideología Alemana, obra que contiene los
primeros esbozos del materialismo histórico.
En 1845 Marx es expulsado de París y se traslada a Bruselas. En 1847 escribe “Miseria de la
Filosofía”. También en ese año funda la
liga de los Comunistas de Londres y escribe a petición de ella junto con Engels
“El Manifiesto Comunista” que sintetiza los principios marxistas. En los años revolucionarios Marx dirigió en
Colonia el diario “New Rheinische Zeitung”, que fue clausurado al poco tiempo,
y después del fracaso de la revolución de 1848, se dirijo a París, en donde fue
expulsado por la manifestación del 13 de junio de 1849, entonces marcho a
Londres donde paso el resto de su vida.
En Inglaterra alternó
su tiempo entre los estudios que fueron base de su obra cumbre “El capital”,
las actividades revolucionarias, otros escritos y trabajo como corresponsal del
New York Tribune. Marx, además estudia
en profundidad los clásicos de la economía del período anterior (Quesnay,
Smith, David Ricardo), estos son los años de elaboración del Capital, cuyo
primer tomo le demando casi dos décadas de trabajo.
En 1859, publico su
“Critica de la Economía Política”, y más tarde en 1864 fundo la Asociación Internacional de Trabajadores, conocida como
la I Internacional, Marx fue el alma de esta organización. Unificando el movimiento obrero de los
diferentes países, orientando por el cauce de una actuación conjunta a las
diversas formas del socialismo no proletario premarxista, a la par que combatía
las teorías de todas sectas y escuelas, Marx fue forjando la táctica común de
la lucha proletaria de la clase obrera en los distintos países. Pero ya no
podía existir mas en Europa, entonces Marx consiguió que se trasladase a Nueva
York. La I Internacional había cumplido
su misión y dejaba paso a una época de desarrollo incomparablemente más amplio
del movimiento había de desplegarse en extensión, con la creación de partidos
obreros socialistas dentro de cada Estado nacional.
En 1867 se publica el
primer tomo de “el capital”, los otros fueron publicados por Engels después de
la muerte de Marx que fue el 14 de marzo de 1883.
En conclusión, su
vida fue una constante emigración, Berlín-Paris-Bruselas-Colonia-Londres, en
este breve resumen biográfico hemos señalado las principales influencias del
pensamiento marxista. En primer lugar
los helegianos de izquierda, de quienes Marx tomo la dialéctica como
método. Feuerbach, que determinó su
acercamiento al materialismo. Los
socialistas utópicos y especialmente Saint Simon, quienes contribuyeron a su concepto de socialización y los
economistas clásicos que permitieron a Marx una comprensión de la economía
política, y del funcionamiento de las relaciones de producción de la época, uno
de ellos David Ricardo quien formuló la teoría del valor.
2.
Las condiciones económicas en la época de Marx
En 1789 la revolución
francesa determinó el ascenso de la burguesía liberal al poder, culminando un
proceso de lucha entre esta y el sistema feudal. Unos años antes se había iniciado la
revolución industrial en Inglaterra, cuyas consecuencias transformaron los
modos de producción, facilitando el avance de la burguesía, que había acumulado
importantes riquezas durante la época mercantilista anterior. En Francia se produce una transformación
política impulsada por la burguesía. Es
así que la burguesía propietaria de las industrias inicio una rápida expansión
creando nuevas fabricas que ocuparon a
la población campesina que había abandonado los campos. Esta situación dio a lugar a la formación de
un proletariado urbano, que fue creciendo
a medida que se incrementaba la producción y cuyas condiciones de
trabajo estaban sujetas a la ley de la oferta y demanda, a la vez que no había
leyes sociales y sindicatos organizados suficientemente para proteger los
derechos obreros. El resultado de esta
situación eran míseros salarios, que en muchos casos no cubrían las necesidades
de la simple subsistencia. Mientras mas
adelantos técnicos se introducían en la producción menos obreros se necesitaba
y mas miseria había.
Esta situación llevo
a Marx a determinar la existencia de 2 clases básicas y contrapuestas en la
sociedad; la burguesía propietaria de los medios de producción y el
proletariado que solo poseía su fuerza como herramienta de trabajo. Marx llego a 3 conclusiones fundamentales:
u La relación entre el trabajo y el valor de cambio de los
bienes que se producen y consumen en la sociedad cosa que lo lleva a formular
su teoría del valor-trabajo.
u El concepto de
plusvalía que surgen de la relación del salario que se paga al obrero y el
valor trabajo por este efectuado
u La lucha de clases
que se produce en el seno de una sociedad determinada por las relaciones de
producción.
3.
Sus conceptos Básicos
Método dialéctico:
La base de la
dialéctica marxista es la helegiana. El
método dialéctico de Hegel consiste en que cada manifestación del Espíritu
engendra su propia contradicción, que implica una negación de lo afirmado. La manifestación del espíritu es la tesis,
esta tesis tiene una contradicción y entonces se produce una antitesis, ahora
bien, tanto la tesis como la antitesis se perfeccionan en una síntesis en la
que queda absorbido lo afirmado (t) y lo negado (a) convirtiéndose en una nueva
afirmación o tesis que inicia un nuevo procesos anterior, hasta llegar a la
idea absoluta que es el máximo en perfección.
En su filosofía de la historia Hegel parte de los pueblos orientales que
se desenvuelven dialécticamente hasta llegar al Estado Ideal.
Carlos Marx criticó
el sentido ideal de la dialéctica de Hegel, en la que dice que está
totalmente desconectado de la
realidad. Marx parte de una concepción
materialista. Son las relaciones de
producción y de cambio, es decir, las relaciones económicas, las que determinan
dialécticamente el curso de la historia, o sea cambio el desarrollo de la idea
o espíritu por el del mundo materialista
y económico.
Marx termina diciendo
que no es la conciencia de los seres humanos lo que determina a su ser, sino el
ser social lo que determina su conciencia.
El método dialéctico
lo llevo a sostener que el capitalismo industrial (afirmación o tesis) engendra
al proletariado (negación) y ambas contradicciones son superadas en la sociedad
sin clases. Además, Marx definió al
hombre en relación con su dimensión productiva y económica y encontró en la creación del estado, la
propiedad y el capital el origen de toda la enajenación humana.
Materialismo histórico:
El marxismo sostiene
que la historia es consecuencia del desarrollo dialéctico de la infraestructura
económico-social, causa de los hechos y motor de la evolución de la
humanidad. Las relaciones económicas dan origen a las clases
sociales y a la infraestructura que determina la formación de una
superestructura, integrada por la ética, la cultura, la religión y el
ordenamiento jurídico. Esto es así
porque según Marx, la ideología de una época es la de la clase dominante. De esta manera, la burguesía al apoderarse
del poder, desde su condición de propietaria de los medios de producción
(infraestructura) crea un sentido de la ética, una cultura y un ordenamiento
jurídico (superestructura) que forman una conciencia favorable al sistema.
En el curso de su desarrollo,
las fuerzas productivas de la sociedad entran en contradicción con las
relaciones de producción existentes, y esas relaciones se convierten en trabas
de las relaciones productivas. Se abre
entonces una era de revolución social, que afecta a la estructura ideológica,
de forma que los hombres adquieren conciencia del conflicto. Históricamente, las relaciones capitalistas
de producción serían la última forma antagónica del proceso histórico. El modo de producción del capitalismo
industrial conducirá a la superación de la propiedad privada, no sólo por la rebelión de los oprimidos sino
por la propia evolución del capitalismo, en el que la progresiva acumulación
del capital determinaría la necesidad de nuevas relaciones de producción
basadas en la propiedad colectiva de los medios de producción. Superada la propiedad privada, el hombre
vencería la enajenación económica y a continuación, todas las demás.
La sociedad sin
clases alcanzada mediante la praxis (práctica) revolucionaria, sería la
síntesis del proceso histórico.
Propiedad privada:
El marxismo habla de
abolir la propiedad de los medios de producción en cuanto ello esta realizada
por el trabajo social, y no puede pertenecer a nadie privadamente, ya que tal
situación configura un poder en manos de un sector que determina la explotación
de otro. Para el marxismo el capital no
es una fuerza personal, sino una fuerza social, que se obtiene por medio del
trabajo colectivo. Además sostiene que
la propiedad de los medios de producción debe ser abolida porque
institucionaliza la explotación del hombre por el hombre.
Valor-Trabajo
Para el marxismo, el
valor está determinado por el trabajo que los bienes contienen, y este se mide
por el tiempo necesario para producirlo.
Según él, sólo el trabajo es lo que posibilita que un bien tenga
valor. Con esto quiere decir que hay
bienes con un gran valor y cuya obtención ha costado poco trabajo. En conclusión a mayor tiempo de trabajo
corresponde mayor valor e inversamente a menor tiempo menos valor. Por eso, una máquina que tiene una gran
productividad, proporcionará artículos más baratos, mientras que si el mismo
producto es hecho a mano, costará mas caro.
Plusvalía
Al alcanzar la
producción de mercancías un determinado grado de desarrollo, el dinero se
convierte en capital. La fórmula de la
circulación de mercancías era: M (mercancía)-
D (dinero) – M
(mercancía), es decir, venta de una mercancía para comprar otra. La fórmula
general del capital es, por el contrario, D – M – D, es decir, compra para la
venta (con ganancia). El crecimiento del valor primitivo del dinero que se
lanza a la circulación es lo que Marx llama plusvalía. Ese “acrecentamiento”
del dinero lanzado a la circulación capitalista es un hecho conocido de todo el
mundo y es lo que convierte el dinero en capital, en una relación social de
producción determinada. La plusvalía no puede provenir de la circulación de
mercancías, pues, ésta sólo conoce el intercambio de equivalentes; tampoco
puede provenir de un aumento de los precios, pues las pérdidas y las recíprocas
de vendedores y compradores se equilibrarían; se trata de un fenómeno social
medio, generalizado, y no de un fenómeno individual. Para obtener la plusvalía,
“el poseedor de dinero necesitan encontrar en el mercado una mercancía cuyo
valor de uso posea la singular propiedad de ser fuente de valor, una mercancía
cuyo proceso de consumo sea, a la par, proceso de creación de valor. Y esta
mercancía existe: es la fuerza del
trabajo del hombre. Su uso es el
trabajo, y el trabajo crea el valor. El
poseedor de dinero compra la fuerza de trabajo por su valor, como el de
cualquier otra mercancía, por el tiempo de trabajo necesario para su producción
(es decir, por el costo del mantenimiento del obrero y su familia). Una vez comprado la fuerza de trabajo, el
poseedor de dinero tiene el derecho de consumirla, es decir, de obligarla a
trabajarla durante un día entero, supongamos que durante doce horas. Pero el obrero crea en seis horas (tiempo de
trabajo “necesario”) un producto que basta para su mantenimiento, durante las
seis horas restante (tiempo de trabajo “suplementario”) engendra un
“plusproducto” no retribuido por el capitalista, que es la plusvalía. Desde el punto de vista del proceso de
producción, en el capital hay que distinguir dos partes: el capital constante, invertido en medios de
producción (máquinas, instrumentos de trabajo, materias primas, etc.) - y cuyo
valor pasa sin cambios (de una vez o en partes) al producto elaborado -, y el
capital variable, que es el que se invierte en pagar la fuerza de trabajo. El valor de este capital no permanece
inalterable, sino que aumenta en el proceso del trabajo al crear la
plusvalía. Para expresar el grado de
explotación de la fuerza de trabajo por el capital, tenemos que comparar la
plusvalía no con el capital total, sino con el capital variable.
El concepto Marxista del Estado:
Marx dice, que las
ideas de una época son las de la clase dominante. En consecuencia el Estado burgués tiene la
tarea de asegurar, no solo, las relaciones de producción y la propiedad privada
de sus instrumentos, sino la de desarrollar la cultura y educación
burguesa. ¿Y que es el gobierno? Para
Marx “...El gobierno del Estado moderno no es más que una junta que administra
los negocios comunes de toda la burguesía...” “...El Estado no tendrá razón de
existir cuando se hayan suprimido las clases sociales...”
La lucha de clases
Todo el mundo sabe
que en cualquier sociedad las aspiraciones de los otros, que la vida social
está llena de contrad.icciones, que la historia nos muestra la lucha entre
pueblos y sociedades y en su propio seno; sabe también que se produce una
sucesión de períodos de revolución y reacción, de paz, y de guerras, de
estancamiento y de rápido progreso o decadencia. El marxismo da el hilo conductor que permite
descubrir la lógica en este aparente laberinto y caos: la teoría de las luchas
de clases. Sólo el estudio del conjunto
de aspiraciones de todos los miembros de una sociedad dada, o de un grupo de
sociedades, permite fijar con precisión científica el resultado de estas
aspiraciones.
El origen de esas
aspiraciones contradictorias son siempre las diferencias de situación y
condiciones de vida de las clases en que se divide toda sociedad. La historia de todas las sociedades que han
existido hasta nuestros días - escribe Marx en el Manifiesto Comunista
(exceptuando la historia de la comunidad primitiva)- es la historia de las
luchas de clases. Hombres libres y
esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una
palabra: opresores y oprimidos se
enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces, y
otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación
revolucionaria de toda la sociedad o del hundimiento de las clases
beligerantes... La moderna sociedad
burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha
abolido las contradicciones de clases.
Unicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de
opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas. Nuestra época, la época de la burguesía, se
distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de
clase. Toda la sociedad va dividiéndose,
cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se
enfrentan directamente: la burguesía y
el proletariado. Desde la Gran
Revolución Francesa, la historia de Europa pone de manifiesto en distintos
países con particular evidencia la verdadera causa de los acontecimientos, la
lucha de clases. Ya la época de la
restauración dio a conocer en Francia algunos historiadores (Thierry, Guizot,
Mignet, Thiers) que, al sintetizar los acontecimientos, no pudieron por menos
de ver en la lucha de clases la clave para la compresión de toda la historia
francesa. Y la época contemporánea, la
época que señala el triunfo completo de la burguesía y de las instituciones
representativas, del sufragio amplio (cuando no es universal), de la prensa
diaria barata y que llega a las masas, etc., la época de las potentes
asociaciones obreras y patronales cada vez más vastas, etc., muestra de un modo
todavía más patente (aunque a veces en forma unilateral, ”pacífica“,
”constitucional“) que la lucha de clases es el motor de los
acontecimientos. El siguiente pasaje del
Manifiesto Comunista nos muestra lo que Marx exigía de la sociología para el
análisis objetivo de la situación de cada clase en la sociedad moderna, en
relación con el análisis de las condiciones de desarrollo de cada clase: De todas las clases que hoy se enfrentan con
la burguesía, solo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria. Las demás
clases van degenerando y desaparecen con el desarrollo de la gran industria; el
proletariado, en cambio, es su producto más peculiar. Las capas medias – el pequeño
industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el campesino -, todas ellas
luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales
capas medias. No son revolucionarias,
sino conservadoras. Más todavía, son
reaccionarias, ya que pretenden volver atrás la rueda de la historia.
Son revolucionarias únicamente cuando tienen
ante sí la perspectiva de su tránsito inminente al proletariado, defendiendo
así no sus intereses presentes, sino sus intereses futuros, cuando abandonan
sus propios puntos de vista para adoptar los del proletariado. En bastantes obras históricas, Marx nos ofrece
ejemplos profundos y brillantes de historiografía materialista, de análisis de
la situación de cada clase concreta y a veces de los diversos grupos o capas
que se manifiestan dentro de ella, mostrando hasta la evidencia por qué y cómo
”toda lucha de clases es una lucha política“.
El pasaje que acabamos de citar indica lo intrincada que es la red de
relaciones sociales y grados transitorios de una clase a otra, del pasado al
provenir, que Marx analiza para extraer la resultante de la evolución
histórica.
El proletariado como
clase revolucionaria
El
capitalismo convierte en proletariado a más de la mitad de los individuos de un
país, por eso esta clase social al no querer perecer o morir está obligada a
hacer una revolución: toma en sus manos
el poder (dictadura del
proletariado), y convierte los medios de
producción en propiedad del Estado. Así
acaba con todas las diferencias entre clases el, y de esta forma se llegará al
verdadero comunismo.
4.
Las obras cumbres de Carlos Marx
El Manifiesto
Comunista: Marx se basa en el trabajo preparado por Engels y representaba la
primera sistematización de la doctrina del socialismo moderno. Las proposiciones centrales del Manifiesto,
constituyen la concepción del materialismo histórico. Marx concluyó en el Manifiesto que la clase
capitalista sería derrocada y suprimida por una revolución mundial de la clase
obrera que culminaría con el establecimiento de una sociedad sin clases. Esta obra ejerció una gran influencia en la
literatura comunista posterior y en el pensamiento revolucionario en general.
El capital: Realizada
en 1867, fue un análisis histórico y detallado de la economía del sistema
capitalista, en que desarrollo la teoría de la plusvalía.
Crítica de la
economía política: Basado en el concepto del Materialismo histórico.
Difusión del Marxismo
Esta difusión se dio entre el proletariado y pensadores europeos, y
llegó a ser identificado con el socialismo y el movimiento obrero. Se crearon Partido Socialista Obrero Español
(PSOE), obreo francés, social demócrata alemán y social demócrata ruso. El primer partido que llego al poder lo hizo
en Rusia.
La I Internacional
Se fundó por un
proceso objetivo: la necesidad de agrupar sindical y políticamente a los
obreros de los países europeos, contra la explotación capitalista. Reunía sindicatos y organizaciones políticas
y agrupaba prácticamente a todo el movimiento obrero. El proceso de diferenciación interna, entre
sectores que tenían programas y prácticas opuestas, y la terrible derrota histórica
que sufrió el movimiento con el fin de la Comuna de Paris, llevó a la
desaparición de la I Internacional.
La II Internacional
También surgió a
través de un proceso objetivo: el crecimiento espectacular de la clase obrera,
producto del boom del desarrollo capitalista en el último cuarto del siglo
pasado. Surgen partidos socialistas de
masas en toda Europa. Otro hecho
objetivo vino a destruir la II Internacional: la guerra mundial de 1814 que
llevó a cada partido socialista a defender a su burguesía en la guerra y, por
lo tanto, a llamar a matar a los trabajadores de los otros países, inclusive de
su propio partido “hermano”. Fue por
tanto un hecho objetivo, la guerra, además de la aristocracia obrera y el
oportunismo, lo que destruyó a la II Internacional.
La III Internacional
Surge de este hecho
histórico y reunió a aquellos que se resistían a abandonar la lucha de clases,
el internacionalismo y el marxismo. Se
destruyó (fue disuelta) por el stalinismo que fue otro proceso objetivo.
La IV Internacional
Fue fundada con un
programa, una teoría y una política, para enfrentar a la degeneración del
primer Estado obrero revolucionario.
Surgió para dirigir la revolución socialista mundial y para salvar los principios del marxismo: el
internacionalismo, la independencia de clase, la democracia obrera, la defensa
de la moral proletaria y la principal herencia del marxismo que es la
existencia de una Internacional. Pero
fallo.
Se considera al
marxismo como una teoría cuya iniciación se debe a Carlos Marx. La mayoría de los opositores de esta
corriente tienden a formar un cuerpo doctrinario conocido como Marxismo –
Leninismo (M–L), el cual se fue articulando con los aportes de diferentes
autores. De este modo existiría un
marxismo correspondiente a la propia autoría de Marx, y un M–L o escuela
marxista, que incluye principalmente el autor inicial, a Engels, Lenin y
otros. En el Nuevo Humanismo se tiene en
cuenta a esta ideología como corriente, aun cuando se le pueda analizar
detalladamente por autor o por diversas posiciones críticas. (Humanismo marxista, Humanismo filosófico y
Antihumanismo).
El
M-L es un sistema científicamente fundamentado de conceptos filosóficos,
económicos y político-sociales; es la
ciencia del conocimiento y de la transformación del mundo, de las leyes del
desarrollo de la sociedad, la naturaleza y del pensamiento humano, de las vías
para la supresión revolucionaria del régimen de explotación y de la
construcción del comunismo, la cosmovisión de la clase obrera y de su vanguardia,
los partidos comunistas y obreros.
El
marxismo surgió en los años 40 del siglo XIX.
Las necesidades de un progreso social que había puesto al desnudo los
vicios radicales del régimen capitalista, de todo el sistema de explotación, el
despertar del proletariado a las luchas políticas, los grandes descubrimientos
en las ciencias naturales y el nivel de las investigaciones históricas y
sociales plantearon ante el pensamiento social la tarea de elaborar una teoría
nueva, científica, que pudiese responder a las cuestiones suscitadas por la
vida. Esta tarea histórica fue cumplida
por Marx y Engels, Lenin empezó su actividad científica revolucionaria en la
mitad de los siglos XIX y XX, en la época del hundimiento del capitalismo, que
había pasado a su ultima fase: el imperialismo, y del surgimiento de la
sociedad socialista, defendió el marxismo contra los ataques de sus enemigos y
elevo la teoría marxista a un nivel de desarrollo nuevo.
La
aparición del M-L es un cambio revolucionario en la historia del pensamiento
humano. Es la continuación directa y el
desarrollo de los avances del pensamiento social precedente en el terreno de la
filosofía, de la economía política y del socialismo. Con el M-L surge por primera vez una doctrina
que refleja íntegra y totalmente la
realidad objetiva, que ofrece la posibilidad de explicar el mundo y las vías
para su transformación: surge por primera vez una ciencia que descubre en el
interior de la propia sociedad, la fuerza para realizar dicha transformación
radical.
El
M-L comprende 3 partes:
A) La
filosofia-el materialismo dialéctico e histórico
B) La
economía política
C) El
comunismo científico
Se
puede hablar de la ciencia marxista de la historia, de la doctrina marxista del
derecho, de la doctrina de la guerra y la paz, de la estética, de la historia
de la literatura, de la pedagogía, etc. Marxista.
En
la economía política los fundadores del marxismo concentraron la atención en el
análisis de las leyes del desarrollo y el hundimiento de la formación
economico-social capitalista; la economía política del socialismo es una rama
independiente de la economía política marxista.
En
el M-L ocupa un lugar importante la teoría del comunismo científico que pone al
descubierto las leyes políticos sociales, y que encarna con el mayor relieve el
principio activo contenido en el M-L. Lo
principal en el comunismo científico es la teoría sobre la ambición historia de
la clase obrera como fuerza llamada a destruir el poder del capital y a
encabezar la construcción de una sociedad nueva, la sociedad comunista.
En
el M-L es la ideología del proletariado que expresa los intereses vitales de
todos los trabajadores. Sus adeptos no
se niegan a colaborar, para la defensa de la democracia, de la paz y del
progreso social. Como doctrina
revolucionaria, el M-L se contrapone al reformista. Si bien reconoce la necesidad de luchar por
reformas bajo el capitalismo, el M-L nunca ha renunciado ni renunciara a su
programa y táctica revolucionaria.
El
Marxismo ha recorrido un largo camino de casi siglo y medio. El primer periodo abarca la formación y
crecimiento de la clase obrera en los piases adelantados, la unión incipiente
del socialismo científico con el movimiento obrero, la formación y consolidación
de los partidos obreros marxistas. El
segundo período comienza con la demolición revolucionaria del capitalismo y las
transformaciones socialistas. La
victoria de la Gran Revolución Socialista de Octubre significa un verdadero
triunfo del M-L, que había pasado la prueba histórica decisiva en el fuego de
la practica revolucionaria.
Marx
en los años 50-60 del siglo XIX centro su actividad teórica en el estudio de la
teoría económica, mientras en las obras y cartas de Engels de los años 80-90
ocupa un lugar especial de elaboración de las concepciones filosóficas. Durante la preparación directa de la
revolución socialista de Rusia, Lenin presto gran atención a la elaboración de
la teoría marxista sobre el Estado, a la teoría de la revolución social
proletaria.
Las
ideas del M-L se formaron y desarrollaron en el capitalismo, cuando las clases
explotadoras dominantes poseían el monopolio de los medios de enseñanza y de la
actividad científica. En la actualidad,
el M-L es la ideología dominante en la URSS y otros países socialistas.
La
aplicación de la teoría M-L en diferentes piases del mundo y su utilización
demuestran la certeza y veracidad de sus proposiciones.
El
M-L es una teoría de alcance internacional.
En incompatible con la prédica del comunismo nacional y con los intentos
de inventar un marxismo nacional cualquiera que sea. La difusión del M-L no puede ser aplicada
automáticamente a cualquier país; su aplicación requiere una apariencia
minuciosa de las particularidades nacionales, históricas, etc., un análisis
profundo de la situación concreta.
Después de haber
desarrollados los principales aspectos del marxismo, podemos llegar a la
conclusión de que además de una ideología, es un sistema filosófico, político,
sociológico y económico. Sobre este
ultimo aspecto elaboro sus otras concepciones que están profundamente ligadas a
él. Carlos Marx y Federico Engels,
creadores de la teoría, le dieron el nombre de socialismo científico, a
diferencia de los otros tipos de socialismo que existían en esa época. Partiendo
de la economía elabora un método de interpretación del desarrollo del hombre,
que es el materialismo histórico, en base a este método el marxismo intenta
explicar no solo el desarrollo de la historia a través de las relaciones de
producción e intercambio, sino a partir de allí y analizando la fase que se
presenta en la actualidad, hace un pronostico de cual será la evolución del que
hacer humano después de ella.
Cuando el hombre
descubrió que la apropiación de bienes materiales le confería un poder
objetivo, sistematizo las relaciones económicas creando una estructura o superestructura como decía Marx, que le
permitiera mantener una posición hegemónica.
Luego es lógico suponer que este poder derivado de una condición
económica, haya sido origen de conflictos motivados por el impulso del hombre
para lograr mejores condiciones de vida.
Es importante
diferenciar 2 aspectos fundamentales de la teoría marxista;
1)
El
marxismo como método de análisis económico político, basado en el materialismo
histórico y,
2)
El
marxismo como prognosis dogmática a partir de un sistema ideológico.
Pero el primer método
no significa que la utilización del materialismo histórico conduzca a una
aceptación dogmática de todas las propuestas marxistas, y tampoco a la creencia
absoluta de que la historia esta conducida por un inevitable determinismo
económico. Pero es indudable que surge
de la observación de los hechos.
Marx parte de la
lucha de clases, expresión de las relaciones de producción e intercambio que
van desarrollando la historia hasta la última etapa, en donde el proletariado
toma el poder, suprime las clases sociales y se inicia una sociedad sin
divisiones ni antagonismos, en razón de que los medios de producción son de
propiedad colectiva. Con la supresión de
las clases sociales, se suprime el estado que era el instrumento de dominio de
la burguesía y se llega así a la sociedad comunista que asegura la libertad
objetiva.
El pronóstico
marxista, de que en los países industrializados se produciría el ascenso del
proletariado al poder, impulsado por las contradicciones del sistema
capitalista, no se ha concretado y el siglo XX desarrollo un capitalismo
totalmente distinto al que analiza Marx hace mas de 100 años. Pero su teoría ha ejercido una importante
influencia en los últimos 100 años y ha contribuido a la modificación del
capitalismo anterior.
Propugna la abolición total de la propiedad privada y el establecimiento
de la colectivización de los medios de producción y consumo y el reparto
equitativo de todo el trabajo en función de la habilidad y de todos los
beneficios de las necesidades.
También debe luchar, por medio de la revolución, para satisfacer las
necesidades públicas recayendo en el Estado.
La idea de una sociedad comunista surgió, como repuesta al nacimiento y
desarrollo del capitalismo moderno. Esta sociedad sería organizada, de
trabajadores libres y consciente.
El comunismo en la actualidad es indistinto del sistema marxista y se
complementa con aportes por Lenin, pero ha sufrido algunas escisiones por
Trosky, por Mao Tse-Tung, por “Che” Guevara.
Todos respondieron a diferencias tácticas, conservando lo esencial de
marxista y del ideario comunista. Los ideólogos mencionados han logrado dejar
herederos activos. Existen además otros expositores, en el campo intelectual.
La organización social de esta corriente, aseguraría el desarrollo de
cada ser humano y la utilización de
todas sus dotes y capacidades con el mayor provecho para sí y para la sociedad.
Además, se harían realidad las relaciones armónicas entre el individuo y la
sociedad.
El
comunismo primitivo se encuentra, según Marx, en la comunidad tribal, en la que
el tipo de propiedad imperante es la colectiva, y el trabajo no persigue la
producción excedentaria, sino la estricta subsistencia de la comunidad y de sus
miembros. La organización social, muy simple, de fundamenta en la familia, y
apenas existe jerarquización.
Antigüedad:
Cristo,
puede ser considerado un precursor del comunismo en su predicar igualitarias y
de denuncia contra los ricos. Luego en la justicia social cristiana prima el
renunciamiento y la humildad, no identifican al comunismo actual.
Platón, propugna la comunidad de propiedad, exigió que los hijos y las
mujeres fueran comunes para todos los ciudadanos y establecía clases.
Utopías del Renacimiento:
El término, fue usado por primera vez en Utopía de Tomás Moro. Este pensador
postulaba una sociedad de agricultura sedentaria, basada en la familia, en la
que no existía la propiedad privada y el dinero no se usaría como medio de
cambio.
Tommaso Campanella imaginó una sociedad comunista, tanto en lo referente
al régimen de la propiedad como en la comunidad de mujeres e hijos.
La historiografía marxista reconoce en las utopías el origen del comunismo como movimiento
contra la nobleza y el clero. En la Revolución de Oliver Cromwell en
Inglaterra, se cita, la igualdad de bienes y oportunidades para todos.
El
término comunista surge cuando Marx y Engels adosan el nombre para el
Manifiesto que le encargó la Liga de los Justos, luego transformada en Liga de
los comunistas. Engels comenta que el nombre de Manifiesto del partido
Comunista fue adoptado para diferenciar su pensamiento de los socialistas
utópicos.
Con
posterioridad al manifiesto, muchos partidos marxistas se denominaron
socialistas y se identifican como adscriptos al socialismo científico.
El
manifiesto exponía las leyes del desarrollo social y afirmaba que la historia
de la sociedad era la historia de la lucha de clases. Marx y Engels
consideraron que el proceso culminaría con el desmoronamiento del capitalismo y
la aparición de una sociedad sin clases: el comunismo.
Los
objetivos inmediatos de los comunistas serían el derrocamiento de la dominación
burguesa, la conquista del poder
político por el proletariado y la abolición de la propiedad privada. El
establecimiento del comunismo no sería el resultado inevitable de un proceso
histórico.
Fases
del comunismo:
A
la critica al programa de Ghota, Marx
consideró que, entre el fin de la sociedad capitalista y la culminación de
revolución proletaria con el advenimiento de la sociedad comunista, se
extendería un largo periodo de transición que él denominó sociedad socialista.
Establecidas
las condiciones políticas y económicas, sobrevivirían, en la sociedad
socialista elementos fundamentales de la vieja sociedad: relaciones económicas,
sociales, jurídicas, intelectuales, etc. E n esta primera fase el comunismo no
desaparecería todavía la oposición entre
el trabajo intelectual y manual, y el insuficiente grado de desarrollo
económico y espiritual haría aún necesaria la distribución de los productos de
consumo según la cantidad y calidad del trabajo, así como el mantenimiento de
las relaciones monetario-mercantiles en la sociedad.
Cumpliendo
el periodo de socialista, se restauraría ya la sociedad comunista, se haría
realidad la propiedad colectiva y desaparecería cualquier diferenciación entre
clases, entre la ciudad y el campo, etc. El trabajo sería una necesidad vital y
las fuerzas productivas alcanzarían su más alto desarrollo. Con al desaparición
de las clases desaparecería también el estado.
Con
anterioridad a al revolución rusa, ningún partido que propugnara la
transformación revolucionaria de la sociedad, se denominó a sí mismo comunista.
Socialistas o socialdemócrata eran las apelaciones más comunes. No sería hasta
1917 cuando Lennin, adopto para su partido la denominación de comunista.
La
aparición de partidos comunista se remonta, a la mitad del siglo XX. Ya en 1864
se fundó, por iniciativa de Marx, la Primera Internacional cuyo propósito era
la coordinación de los distintos movimientos revolucionarios y la consecución
del estado comunista. La escisión anarquista y el auge de la socialdemocracia
alemana, condujeron a la ruina de al Primera Internacional tras la muerte de su
creador.
La
Segunda Internacional, fundada en 1889, se vio pronto dividida en dos grandes
tendencias: la facción moderada de los socialdemócratas defendía en al práctica
una evolución pacífica hacia el socialismo mediante el empleo de los cauces
parlamentarios; los radicales, que darían origen a los partidos comunistas,
estaban dirigidos por Lenin y postulaban la necesidad de la revolución y el
establecimiento de la dictadura del proletariado.
Tras
el estallido de la revolución y la toma del poder político por los
bolcheviques, se dieron el nombre de Partido Comunista de Todas las Rusias.
Finalmente, en 1952 se adoptó la denominación de Partido Comunista de la Unión
Soviética.
En
1919 fue fundada por Lenin la Tercera Internacional, que tomó el nombre de
Internacional Comunista (Komintern). Los partidos que se unieron a ella
adoptaron la denominación de comunistas. La Tercera Internacional fue disuelta
en 1943.
Tras
la segunda guerra mundial, comenzaron a surgir las primeras diferencias en un
movimiento que había sido hasta entonces monolítico. Yugoslavia, se distanció
de al Unión Soviética, y a partir de 1956 se inició un progresivo alejamiento
entre chinos y soviéticos, alejamiento que supuso un golpe definitivo a la
unidad de los partidos comunistas.
En
Iberoamérica, el Partido Comunista de Cuba desde 1965, se mantuvo una línea
afín a la de la Unión Soviética.
Surgieron
nuevas vías teóricas y políticas en el movimiento comunista, entre ellas el
eurocomunismo, que afirmaba la posibilidad de alcanzar a sociedad comunista
dentro de un marco democrático y fue asumido por Italia, Francia, España y
Japón.
En
1980 el sistema comunista comenzó a descomponerse en la Europa oriental y en la
Unión Soviética. El fracaso se consumó en 1991 con la disolución del Pacto de
Varsovia y con la extensión del estado soviético.
El
comunismo mundial:
La
relación entre el primer Estado comunista y el resto del mundo fue
problemática. Occidente, un gobierno comunista siempre constituiría una amenaza
y desde su implantación, se intentó destruirlo por la fuerza. El régimen
comunista también necesitaba establecer relaciones comerciales y alianzas con
otros países.
Entre
1945 y 1975 el número de países comunistas aumentó espectacularmente, porque
los movimientos revolucionarios comunistas fueron ganando fuerza en muchos
países del Tercer Mundo.
Los
rápidos cambios políticos ocurridos en Europa del Este, la URSS y otros lugares
del mundo entre 1989 y 1991 redujeron en forma dramática el número de regímenes
comunistas existentes. Los gobiernos comunistas que aún perduran siguen leales
a las doctrinas de Marx y Lenin, pero difieren en la interpretación de sus
principios, objetivos y forma de gobierno.
La
revolución francesa fue la que favoreció la aparición del socialismo utópico.
Los socialistas utópicos consideraron que la igualdad política resultaría
alcanzable mediante el logro de la económica. Partían de que el hombre en
estado natural era bueno, y que la propiedad era la vida individual y la
economía y que todos los hombres colaborarían libre y voluntariamente.
Estas
doctrinas consideraban que era posible alcanzar sus ideales por medio de la
colaboración de los diversos estancamientos sociales. Sin embargo, Babeuf,
encabezó en la revolución francesa
un
movimiento revolucionario – los iguales- que defendía la implantación por la
fuerza de un régimen popular basado en la distribución igualitaria de la tierra
y de la renta.
El
conde Henri de Saint-Simon propuso la hermandad de todos los hombres, y
defendió las intereses entre patronos y obreros.
Charles
Fourier, postuló la organización de pequeñas comunidades, denominadas
falansterios, sus miembros realizarían tareas libres y creativas.
Surgieron
así diversas comunidades de corta vida, basadas en la autosuficiencia y el
aislamiento, dependían del esfuerzo de sus miembros y de la existencia de un
líder carismático.
Con
autoridad a Marx, pensadores políticos formularon el protagonismo de la clase
obrera y su afirmación como una fuerza histórica autónoma. DONDE VA???
11.
Diversas opiniones de la doctrina marxista
La Iglesia ha rechazado también las
soluciones perversas del colectivismo marxista, que ahoga la libertad, reprime
la iniciativa, reduce la persona humana a la simple condición de mera pieza de
un engranaje, fomenta el odio y termina en el empobrecimiento que quería
superar, y en la más degradante esclavitud.
(Discurso a los habitantes de la favela
Lixiao de San Pedro, en Victoria, Brasil, 19 de octubre de 1991.)
La memoria histórica [...] debe acompañarnos
para que podamos atesorar la experiencia de estos interminables decenios en los
que también vuestro país ha experimentado el peso de una férrea dictadura que,
en nombre de la justicia y de la igualdad, ha violado la libertad y la dignidad
de las personas y de la sociedad civil.
¿Cómo ha podido suceder todo esto? El análisis sería complejo. Sin embargo, me parece que puedo decir que
entre las razones no últimas se encuentra el ateísmo militante en el que se
inspiraba el marxismo: una ateismo ofensivo incluso contra el hombre, a cuya
dignidad arrebata el fundamento y la garantía más sólida. A este error se añadían otros, como la
concepción materialista de la historia la visión ásperamente conflictiva de la
sociedad, el papel “meceánico” atribuido al partido único, señor del
Estado. Todo convergía para que este
sistema nacido con la presunción de liberar al hombre terminase por convertirlo
en esclavo.
(Discurso a los intelectuales en Vilnius,
Lituania, 5 de septiembre de 1993)
Porque tenían miedo de la libertad, los
ideólogos transformaron una puerta en un muro.
Precisamente en este punto de Berlín, simultáneamente punto de
conjunción de Europa y punto de división artificial entre el Este y el Oeste,
precisamente en este punto se ha manifestado a todo el mundo el rostro despiadado
del comunismo, al cual resultan sospechosos los deseos humanos de libertad y de
paz. Teme, sobre todo la libertad de espíritu.
(Discurso en la puerta de Brandeburgo,
Berlín, en la ceremonia de despedida de su viaje a Alemania, 23 de junio de
1996)
En un discurso a Moscú el 1 de enero de 1991,
Boris Yeltsin dijo: “Nuestro país no ha tenido suerte...Se decidió realizar
este experimento marxista en nosotros...Y simplemente nos empujo fuera del
camino de los países civilizados...Al final demostramos que estas ideas no
tienen cabida en ninguna parte.”
12.
Socialismo
Concepto:
Se
llama socialismo a un conjunto de teorías socioeconómicas basadas en la
socialización de los sistemas de producción y en el control estatal de los
sectores económicos. Este movimiento
abarca el comunismo y anarquismo, y a distintas prácticas políticas que tienen
en común abolir las diferencias y conflictos entre clases.
Cabe rescatar, que
está ligado al desarrollo de la industrialización y al movimiento obrero.
Su término comenzó a
ser utilizado en forma habitual en la primera mitad del siglo XIX por los
intelectuales radicales.
Desde la antigüedad
han existido teorías de características socialistas que, no eran conocidas con
esta denominación. Se trató solamente de
pensamientos aislados y determinados por las eternas pretensiones de justicia y
sin posibilidades reales de concreción.
Para que hiciera su aparición el socialismo moderno, aproximadamente tal
cual hoy lo conocemos, hacía falta una evolución en las técnicas de producción
y un cambio en las formas de la actividad económica. Este fenómeno lo configuró la revolución
industrial originada en Gran Bretaña. Origino un nuevo tipo de sociedad
dividida básicamente en 2 clases: la burguesía y proletariado. La burguesía conquistó el poder político en
Francia con la revolución de 1789 y después en otros países. El poder de esta,
se afianzó al mismo tiempo en que se proclamaban los principios liberales de
libertad, propiedad privada e igualdad política.
Las diferentes
teorías socialistas surgieron como reacción contra esta situación, con la idea
de conseguir la armonía social mediante la transferencia de la propiedad de los medios de producción a
la comunidad. Las consecuencias serian
la abolición del trabajo asalariado y una gestión socializada en cuanto a la
acción económica con el objeto de adecuar la producción económica a las
necesidades de la población.
Algunos teóricos
socialistas postularon la revolución violenta como medio para alcanzar la nueva
sociedad, mientras que otros, como los socialdemócratas, consideraron que las
transformaciones políticas debían realizarse de forma progresiva y dentro del
marco de los sistemas democráticos y de la economía capitalista o del mercado.
Dentro de estos
pueden ser considerados como pioneros Babeuf, con su Conspiración de los
Iguales durante la Revolución Francesa y los denominados utópicos, entre los
que sobresalieron Claude Henri y Francois Charles Fourier en Francia y Robert
Owen en Inglaterra que se oponían al capitalismo por razones éticas y
prácticas. Según ellos, el capitalismo
constituía una injusticia: explotaba a los trabajadores, los degradaba,
transformándolos en máquinas o bestias
y permitía a los ricos incrementar sus
rentas y fortunas aún más mientras los trabajadores se hundían en la
miseria. Mantenían también que el
capitalismo no proporcionaba trabajo a toda la población y generaba lujos, en
vez de satisfacer necesidades.
Dentro del socialismo
se encuentra una rama llamada Socialismo Utópico, el cual intento crear
comunidades económicas basadas en los principios socialistas. De los utópicos se han desprendido distintas
corrientes a la vez que otros pensadores y organizaciones activistas que actuaron en el siglo XIX. Esta generación posterior está representada, entre
otros, por Louis Blanc, Blanqui, y Proudhon en Francia y por el movimiento
cartista en Inglaterra, que fue el primero en introducir las ideas de
democracia, igualdad y colectivismo en una agrupación obrera de envergadura.
De esta etapa surgen
algunas conclusiones:
1)
Que
el socialismo como organización vinculada y fundada en base a la clase obrera
es de origen inglés
2)
Que
el socialismo como filosofía, crítica de la sociedad capitalista, que a la vez
constituye un conjunto de propuestas para la construcción de un nuevo
ordenamiento económico y social, es una creación francesa.
3)
Que
los pensadores socialistas de esta etapa no produjeron un diagnostico certero
del carácter del capitalismo, fundamentalmente al plano político moral,
intentando convencer a la clase burguesa de las ventajas que significarían para
la sociedad la adopción de medidas socialistas; creían que la sociedad humana
alcanzaría un alto grado de perfección con el socialismo y que, si esta
convicción era transmitida a la clase dirigente, la transformación se podría
producir.
Carlos Marx y Engels crearon una doctrina sólida
basada en la síntesis de la filosofía helegiana, la economía clásica británica
y el socialismo francés. Marx consideró
la sociedad como un todo estructurado en el que los elementos determinantes
eran los factores y relaciones de producción y la lucha de clases y vio en la
revolución violenta el único medio para imponer la dictadura del proletariado,
un nuevo orden que habría de conducir a una sociedad justa, igualitaria y
solidaria. Marx denomino a su doctrina socialismo científico y considero
utópicas las anteriores teorías socialistas.
El marxismo conceptúa al socialismo como el resultado inevitable de las
leyes que condicionan el desarrollo del capitalismo.
Marx y Engels evitaron
intencionalmente definir el socialismo, al que, fundamentalmente lo presentan
como una negación del sistema capitalista en el que el proletariado sería
sujeto y el objeto del cambio revolucionario.
Se trata de transformar el modo de producción capitalista en uno
socialista. Para ello es necesario
abolir la propiedad privada de los medios de producción.
Marx y Engels, ni
ningún socialista, hablaron de abolir la propiedad privada de uso
particular. Solamente se socializará la
que es utilizada como instrumento para explotar a otros hombres. El socialismo pretende ser el único
sistema que puede asegurar a todos el
acceso a una vivienda digna. Este será
el punto de partida del desarrollo socialista.
El
objetivo más importante del funcionamiento del socialismo fue expuesto por Marx en su obra “Crítica del Programa de
Gotha” la cual cita que la táctica del proletariado debe tener presente en cada
etapa de desarrollo dos partes:
Una parte,
aprovechando las épocas de estancamiento político para desarrollar la
conciencia, la fuerza y la capacidad combativa de la clase de avanzada y por
otra parte, encauzando toda esta labor de aprovechamiento hacia el “objetivo
final” del movimiento de dicha clase.
Esto es lo que
permitiría entrar en la segunda etapa, la de la realización comunista. En ella desaparecerá el estado, instrumento
que era resabio de las épocas en que la sociedad estaba dividida en clases y se
utilizaba para asegurar el dominio de los explotadores sobre los explotados. En esta etapa inicial del socialismo, fue
necesario su mantenimiento para consolidar el triunfo revolucionario y la
abolición de las clases sociales. Ahora,
con la extinción de éstas, ya no será necesario y deberá ser reemplazado por
otro instrumento que solamente se encargue de la administración de las
cosas. Se impondrá la creatividad
humana, el hombre valorará su doble condición de individuo y de miembro de la
sociedad, lo que posibilitará e impulsará el crecimiento de los dos términos. Los seres humanos serán valorados por una doble
condición: capacidad y necesidad.
En la etapa comunista
no se establecerán separaciones entre trabajadores manuales e intelectuales,
entre hombres de campo y de ciudad entre hombres y mujeres, etc. La fórmula
distributiva será la siguiente: “ de cada cual según su capacidad y a cada cual
según se necesidad”
El beneficio personal
se logra por medio, no sólo del trabajo, sino de la especulación. Además los seres humanos que viven en el
capitalismo, no se ven como tales sino en función de las cosas que poseen o de
las que quieren alcanzar, para lo cual los otros hombres no son más que meros
instrumentos.
No se puede concebir
una sociedad en la que para producir se empleen máquinas que trabajan
automáticamente y se mantengan las
relaciones de explotación que caracterizan al binomio
capitalistas-trabajadores. El momento en
el que el capitalismo haya desarrollado todas las fuerzas productivas, indicará
el tránsito hacia la sociedad socialista.
El socialismo se
implanta también en las naciones subdesarrolladas. Aquí juegan otros factores: la oportunidad
política, las condiciones extremas de miseria que las hacen posible, un grupo
revolucionario eficaz, coyunturas internacionales favorables, etc. Sin embargo,
en otros casos, la aplicación del socialismo, pese al apoyo mayoritario de la
sociedad, costará esfuerzos mayores.
Marx llamo socialismo a la fase inferior de la
sociedad comunista. En consecuencia es
comprensible por qué muchos partidos que se llaman comunistas como el PCUS actúan en una república denominada
socialistas hacen referencia a líderes como Lenin, conocido como comunista, o
se refieren al comunismo como objetivo final.
Del marxismo, o
socialismo científico, se han derivado distintas corrientes que se denominan
socialistas o comunistas, o en otros casos adoptan el nombre de su teórico
principal. A la mayoría se las puede incluir en el socialismo científico o
marxismo.
La social democracia
ha privilegiado la metodología democrática para implantar el socialismo. Lograría reformas que posibilitarían a la
clase obrera un mejor nivel de vida e irían llevando la sociedad hacia el
socialismo. En la actualidad la social
democracia influye en Europa occidental, pues en su organización hay miembros
de América del Norte, América Latina, Asia y África.
La social democracia,
pese a sus iniciales declaraciones
ortodoxas, ha privilegiado la metodología
democrática para implantar el socialismo. Además lograría reformas que posibilitarían a
la clase obrera un mejor nivel de vida e irían llevando la sociedad hacia el
socialismo. En la actualidad la social
democracia influye en Europa occidental, aunque en su organización hay miembros
de América del Norte, América Latina, Asia y Afrecha. En el caso de Europa occidental, esta ha
abandonado la dictadura del proletariado para insertarse en la lucha
parlamentaria y así acercarse a la socialdemocracia.
Otras ramas son:
Trotskismo: Su inspirador fue León Trotski. Es una
corriente considerada como marxista clásica.
Su teoría de la revolución permanente es fundamental.
Trotski consideraba
que la transición al socialismo debía realizare por medio de diferentes
conmociones: económicas, políticas y
sociales. Esta se radicaría en
diferentes estructuras sociales y
niveles y en diversas coyunturas históricas. La revolución debe comenzar en una
nación y luego se extenderá al ámbito internacional de acuerdo a las distintas
coyunturas históricas y realidades socioeconómicas.
Trosky introduce una
democratización de la dictadura del proletariado. Esta en
la industria, tendrá el control y la gestión de la producción por medio
de comités de fábricas, y en el consumo deberán controlar la distribución y
precio de los productos.
En Argentina existen
dos partidos troskianos: el MAS
(movimiento al socialismo) y el PO (el partido obrero).
Maoismo: fundamentado en el pensamiento de Mao
tse-tung. Esta adaptado a una revolución prolongada en la que se va destruyendo
progresivamente la sociedad anterior, se va construyendo el socialismo. Según Mao es imposible aplicar el socialismo
si que el hombre acompañe previamente su evolución. El campesinado esta determinado por una
estructura económica agraria.
En Argentina su
influencia es escasa y estuvo remitida a la década de 60 cuando se fundo el
actualmente extinguido Partido Comunista Revolucionario, surgido del Partido
Comunista argentino
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