miércoles, 18 de agosto de 2010

Nicolás de Cusa (1401-1464)

Deseamos saber verdaderamente que somos ignorantes. Si consiguiésemos alcanzar esto plenamente, habríamos alcanzado la docta ignorancia. Al hombre, por más extraño que sea, no le puede suceder nada mejor en el orden del conocimiento que el saberse doctísimo en la ignorancia. Y tanto más cuanto más ignorante se reconozca. Nicolás de Cusa

Es discutible si Nicolás de Cusa fue un filósofo o un místico. En efecto, ya no es un escolástico, aunque de alguna forma también podría considerárselo un medieval en el que predominan fuentes platónicas.

Coincidentia Oppositurum

"La unidad no puede ser un número, ya que el número admite siempre algo que le excede, y por ello no puede ser de ninguna manera mínimo ni máximo absolutamente. Es, por el contrario, el principio de todo número, en cuanto mínimo; y el fin de todo número, en canto máximo. La unidad absoluta, a la que nada se opone, es pues, la absoluta maximidad, la cual es Dios bendito" De docta ignorantia, Nicolás de Cusa

Agregará que la unidad máxima no es posible de multiplicar y que tampoco puede convertirse en número. Este razonamiento, no pretende ser una demostración sino una suerte de metáfora que recurre a las matematizaciones neoplatónicas. La unidad (la mónada) no sería un número sino el origen de todo número, entonces no hay número máximo ni mínimo ya que siempre es posible un número mayor o menor. La unidad es el máximo y el mínimo número, sin ser número, y en ella coincide y se reconcilia lo aparentemente contradictorio.

En el mundo de las cosas, encontramos contrarios, es pues, el reino de la multiplicidad, no de la unidad, y en él se encuentra lo grande y lo pequeño, el ser y el no ser. Todo puese ser medido según el más y el menos: el reino del número.

La relación que se establece entre Dios y el mundo, se expresa con los terminos com plicatio-explicatio: el mundo es despliegue y diferenciación (explicatio) de todo cuanto se encuentra comprendido y unificado (complicatio) en Dios.

De esta forma, el pensamiento de Cusa, supone una ruptura con el cosmos delimitado por el geocentrismo medieval. El universo ya no es infinito porque solo Dios lo es, pero tampoco es finito, porque carece de límites. El cosmos no tiene centro, por lo tanto la tierra no está él. Y si el mundo no es el centro, entonces es necesario que esté en movimiento...:

"La máquina del mundo tendrá el centro en cualquier lugar y la circunferencia en ninguno, pues la circunferencia y el centro son Dios, que está en todas partes y en ninguna" De docta ignorantia, Nicolás de Cusa

No hay comentarios: