sábado, 25 de marzo de 2023

EL LEÓN VA A LA GUERRA

 EL LEÓN VA A LA GUERRA 

Estaba el león, el rey de la Selva, preocupado: otros animales de una zona limítrofe, les acababa de declarar la guerra. Sin embargo, el león, un fabuloso líder entre el resto de animales, tenía un plan, y reunió a todos sus súbditos: 

– ¡Amigos! Un rey vecino nos acaba de declarar la guerra. Está bien, nos defenderemos. Pero no os preocupéis, porque entre todos formaremos el mejor ejército. 

El león, pidió ayuda a su consejero, el mono. Entre los dos, comenzaron a organizar a todos los animales para formar un poderoso ejército. Y así, fueron llamando a cada animal para explicarle cuál sería su misión según las cualidades y habilidades que tenía. 

– Elefante, ven aquí- dijo el león- Tú eres muy fuerte, y serás muy útil para llevar todas las municiones. Piedras, troncos de árboles. ¡Vendrá fenomenal tu fuerza!

 – ¡Sí!- contestó el elefante- ¡Yo llevaré todo lo que haga falta! 

– Serpiente, tú serás la encargada de espiar al enemigo- le explicó el león- Eres silenciosa y podrás colarte por cualquier lugar para averiguar cuál es la estrategia de nuestro enemigo. 

– ¡Me encanta esa tarea!- dijo la serpiente. 

– Vosotros, zorros, os necesito- continuó hablando el león- Sois los más astutos de entre todos los animales. Quiero que me propongáis estrategias y tácticas de asalto para vencer la guerra. 

– ¡En seguida nos ponemos a pensar en ello!- contestaron los zorros.

 – Y vosotros, los osos- dijo el león- Con vuestra fuerza y agilidad podréis trepar por los muros cuando nos impidan el paso. 

– ¡Eso está hecho!- dijeron los osos. 

Y así, uno tras otro, cada animal fue recibiendo un cometido. Hasta que el consejero del rey, el mono, le dijo al león: 

– Majestad, tenemos un problema… 

– ¿Y cuál es el problema?- preguntó el león. 

– Tenemos dos animales que no nos sirven para nada… podríamos inventar cualquier excusa para mandarles para su casa. 

– ¿Y qué animales son esos?- preguntó intrigado el león. 

– El burro y el conejo- contestó el mono- 

Ninguno de los dos nos sirven… El burro es muy tonto, majestad, y el conejo demasiado pequeño y débil. 

– Estás equivocado- dijo algo enfadado el león-. 

Escucha bien: todos los animales sirven para algo. El burro y el conejo, también- Y, diciendo esto al mono, llamó a los animales. 

– Burro, tú serás el encargado de llamar a todos los animales a formar cuando yo te lo diga. Tu vozarrón es incluso más poderoso que la mía. 

– ¡Fantástico!- dijo el burro. 

– Y tú, conejo, eres tan rápido que me resultas de gran ayuda para llevar los mensajes de un lado a otro. Serás el mensajero y tu trabajo es de vital importancia. Los dos animales sonrieron agradecidos. El mono, agachó la cabeza apesadumbrado: acababa de recibir una gran lección del león. Por algo era el mejor líder, el rey de la selva. Ahora sí, estaba convencido de que entre todos, ganarían la guerra. 

Reflexiones sobre la fábula 

 ➢ Una guerra no la gana un solo hombre. Se gana gracias a la cooperación de miles de ellos. Es decir, gracias a las cualidades y habilidades de muchos y a la gran capacidad de una persona, el líder, para dirigirlos. 

➢ La importancia del trabajo en equipo: Esta fábula, ‘El león va a la guerra’ es una bella metáfora para explicarnos lo importante que es el trabajo en equipo para conseguir un gran logro, y la necesidad de contar con un buen líder que sepa organizar y reconocer las cualidades de cada uno. 

➢ Las cualidades del buen líder: ¿Y cómo es el buen líder? Es aquel capaz de sacar lo mejor de cada uno de los miembros del grupo. Así, el líder es capaz de ver una virtud donde otros solo ven un defecto. Y de utilizar esa virtud para beneficio de todos. 

➢ Todos servimos para algo: Esta fábula, ‘El león va a la guerra’, también nos ayuda a reflexionar sobre nuestras cualidades y habilidades. Sin duda, todos tenemos una habilidad para algo. Tal vez en nosotros mismos lo consideremos un defecto, y sin embargo, ese aparente defecto puede transformarse en una virtud. 

➢ Reflexiona con tu estudiante sobre aquellos ‘defectos’ que piensa que tiene. ¿Es ‘respondón’? Es porque tiene una gran capacidad de análisis crítico. Esto más tarde le ayudará a formar, defender y argumentar sus propias ideas. 

➢ ¿Tu estudiante piensa que su gran defecto es la timidez? Es porque protege su hermoso e inmenso mundo interno, su creatividad, su imaginación, y será más precavido y prudente con los demás. Cada defecto, puede ser una virtud. Todo depende de cómo se interprete.

sábado, 11 de marzo de 2023

CIVILIZACIONES DEL MEDITERRÁNEO: Grecia

 La civilización griega surgió en la zona oriental del mar Mediterráneo. Se extendió por tres espacios fundamentales: la península de los Balcanes, las numerosas islas de los mares Jónico y Egeo y las costas occidentales de Asia Menor.

La civilización griega se desarrolló en el extremo noreste del Mar Mediterráneo, en los territorios que hoy ocupa Grecia, Asia Menor (Turquía), y en varias islas como Creta, Chipre, Rodas, y Sicilia (Italia)


BREVE HISTORIA DE GRECIA

Cuando decimos “Antigua Grecia”, nos referimos a los que sucedió en Grecia desde el año 1200 a.c. hasta el año 146 a.c.  Estos hechos han sido muy importantes en el desarrollo de la humanidad.

La antigua Grecia fue una civilización en donde el comercio era de vital importancia y se hacía por el mar Mediterráneo. Su agricultura era muy débil debido a que el relieve era muy accidentado, por eso aprovecharon el mar para expandirse, comunicarse y comerciar.

Inicialmente, Grecia se llamaba Hélade. Fueron los romanos los que le pusieron el nombre de Grecia.

La Hélade tuvo su base en tres grandes regiones, dos de ellas continentales y una tercera, insular. Las regiones continentales comprendían la península balcánica y las tierras costeras del Asia Menor (actual Turquía); la región insular, incluía el conjunto de islas del mar Egeo (Creta, el archipiélago del Dodecaneso, el archipiélago de las Cícladas y las tierras cercanas a la costa asiática).

 LAS POLIS: CIUDADES- ESTADO

 Los griegos estaban organizados en clanes familiares, los cuales se fueron aliando entre sí, formando comunidades; estas comunidades estaban separadas entre sí debido al terreno tan montañoso que había. Entonces, cada comunidad se convirtió en territorio independiente con su propio sistema de gobierno, aunque tenían las mismas costumbres y hablaban el mismo idioma. Estas comunidades se llamaron POLIS, que quería decir Ciudad Estado. Las formas de gobierno de estas polis eran muy diferentes entre ellas. Guerreaban entre sí, pero se unían cuando eran amenazadas por un enemigo externo.

Dos de las polis más importantes fueron Esparta y Atenas.

Esparta

Era gobernada por reyes; a sus habitantes se les educaba para la guerra, por lo que debían ser fuertes y hábiles en el manejo de las armas; a las mujeres se les enseñaba a luchar igual que a los hombres, tenían derechos y libertad para elegir a sus esposos.

Atenas

Los gobernantes eran elegidos por el voto de los ciudadanos; los hombres no eran educados para la guerra; las mujeres no iban a la escuela, sólo podían salir acompañadas de sus familiares y no tenían derechos políticos.

 

ESTRUCTURA POLÍTICA

 Las polis eran independientes. Por lo general, había un funcionario que ejercía como rey y este cargo se llamaba Arconte Basileo. La palabra Arconte quiere decir magistrado principal. Al comienzo era un cargo hereditario y vitalicio; luego se convirtió en un cargo por diez años y luego solo se ejercía por un año.


Con el tiempo, algunos grupos pequeños se fueron haciendo más ricos lo que conllevó a producir descontento en muchas otras polis. Esto llevó a que, en algunas otras polis, algún sujeto se convertía en tirano y tomaba el control de la ciudad para gobernarla según su voluntad en contra de la aristocracia que ya estaba tomando fuerza.

 

La pugna entre la tiranía y la aristocracia, hizo que se formara la democracia y se conformó una asamblea de ciudadanos la cual luchaba por la igualdad de derechos, aunque, los extranjeros y los esclavos no gozaban de ningún derecho político.

 

En Esparta existía la diarquía (gobierno de dos reyes), uno se ocupaba de los asuntos administrativos, económicos y sociales, el otro se ocupaba de la defensa de la ciudad.

 

ESTRUCTURA SOCIAL

 

Solamente los hombres nativos y libres que eran dueños de tierras podían ser ciudadanos, y gozar de la protección entera de la Ley en una Polis.

En la mayoría de las ciudades-estado, la gente que tenía importancia social no gozaba de ningún derecho especial. Por ejemplo, nacer de una cierta familia no solía ofrecer privilegios especiales. A veces ciertas familias controlaban algunas funciones religiosas públicas, pero no intervenir en cosas gubernamentales.

En Atenas había  tres clases sociales:

       Los ciudadanos. Eran los únicos terratenientes, ya que podían poseer tierras y dedicarse a los asuntos de la Polis (ciudad) Los extranjeros

       Los esclavos.

 

  La gente podía cambiar de clase por ganar más dinero  Todos los ciudadanos participaban en el gobierno de la Polis. 

  Los esclavos eran muy numerosos y hacían todo tipo de trabajo.  Los extranjeros eran un grupo muy importante y numeroso

 

En Esparta  

Todos los ciudadanos varones terminaban su educación.

Los niños tenían que dejar sus casas a los 7 años de edad, para aprender el arte militar. Les entrenaban para pasar hambre, frío y dolor.

Las niñas, por su parte, también eran preparadas para tener un físico fuerte y que pudieran así, engendrar los mejores guerreros. Si desobedecían, les aplicaban castigos físicos.

CLASES SOCIALES EN ESPARTA

 

1. La organización se componía de un gobierno oligárquico, donde el poder estaba en manos de unos pocos. En lo más alto de la pirámide social se encontraban los ESPARTIATAS que tenían madre y padre espartanos. Poseían derechos políticos y controlaban la tierra.

2. Los Periecos

Eran los agricultores que cultivaban la tierra de los espartiatas, pero también podían ser artesanos o comerciantes. En cualquier caso, debían pagar los impuestos a la clase más alta.

 

4. Los ilotas

La última posición de la pirámide estaba formada por los ILOTAS, que eran los esclavos. 

 

Eran mayormente cautivos de guerra, o ciudadanos que infringían las leyes, tampoco realizaban tareas sacrificadas como otras culturas, sino que según cada ciudad-estado, los esclavos vivían en libertad. En Esparta les eran asignadas tierras, las que trabajaban y percibían ingresos, en otras polis tenían diversos empleos, percibían dádivas, y podían criar una familia. Incluso podían obtener la libertad si un mercader los compraba y liberaba. No tenían derechos políticos.

 

EDUCACIÓN

En la mayor parte de la Historia griega, la educación fue privada, salvo en Esparta. Durante el período helenístico, algunas ciudades-estado establecieron escuelas públicas. Solamente las familias adineradas podían contratar un maestro. Los niños varones aprendían a leer y a escribir. También aprendían a cantar y tocar un instrumento musical, y a entrenarse como soldados para el servicio militar. Estudiaban no para trabajar, sino para convertirse en buenos ciudadanos. Las niñas también aprendían a leer, escribir y matemáticas para dirigir el hogar. Casi nunca recibían ninguna educación después de la niñez.

Los niños entraban en la escuela al cumplir siete años, o iban a los barracones si vivían en Esparta. Los tres tipos de enseñanzas eran: Matemáticas, música, y deportes.

Un muchacho terminaba sus estudios al cumplir 18 años, luego empezaba su entrenamiento militar en el ejército por uno o dos años

 

ECONOMÍA 

La Antigua Grecia tenía la economía más avanzada del mundo. Ya desde mucho antes del siglo V a. C, se utilizaba la moneda para el intercambio de bienes y servicios.

Esto es demostrado por el salario diario promedio de un trabajador griego que era, relacionando con los bienes (ejemplo, en términos de trigo), cercano a 12 kg de trigo diarios: más de tres veces que el salario diario promedio de un trabajador egipcio, cercano a los 3,75 kg de trigo diarios.

 

CIENCIA 

Grecia sentó las bases de la ciencia moderna mediante:

  Las matemáticas

  La medicina

  La astronomía

 

Las guerras más significativas fueron:

       Guerras médicas (490-479 a. C. Esparta, Atenas y las ciudades estado griegas se unieron para repeler las invasiones de Persia

       Guerra del Peloponeso (431-404 a. C.)        Guerra de Corinto (395-387 a. C.) 












lunes, 6 de marzo de 2023

conócete a ti mismo

 

Hace ya más de veinticinco siglos, Tales de Mileto afirmaba que la cosa más difícil del mundo es conocerse a uno mismo. Y en el templo de Delfos podía leerse aquella famosa inscripción socrática –gnosei seauton: conócete a ti mismo–, que recuerda una idea parecida.

Conocerse bien a uno mismo representa un primer e importante paso para lograr ser artífice de la propia vida, y quizá por eso se ha planteado como un gran reto para el hombre a lo largo de los siglos.

La observación de uno mismo permite separarse un poco de nuestra subjetividad, para así vernos con un poco de distancia, como hace el pintor de vez en cuando para observar cómo va quedando su obra.

Observarse a sí mismo es como asomar la cabeza un poco por encima de lo que nos está ocurriendo, y así tener una mejor conciencia de cómo somos y qué nos pasa. Por ejemplo, es diferente estar fuertemente enfadado, sin más, a estarlo pero dándose uno cuenta de que lo está, es decir, teniendo una conciencia autorreflexiva que nos dice: «Ojo con lo que haces, que estás muy enfadado».

 

            Advertir cómo estamos emocionalmente es el primer paso

hacia el gobierno de

                                                       nuestros propios sentimientos.

 

 Comprender bien lo que nos pasa tiene un poderoso efecto sobre los sentimientos perturbadores que puedan invadirnos, y nos brinda la oportunidad de poner esfuerzo por sobreponernos y así no quedar abandonados a su merced.

—Pero hay muchas personas que son conscientes de pasar por un estado emocional negativo, y sin embargo no logran salir de él.

Las hay, sin duda. Son personas que suelen sentirse desbordadas por sus propios sentimientos, y se dan cuenta de que están pesimistas, malhumoradas, susceptibles o abatidas, pero se consideran incapaces de salir de ese estado. Son conscientes de su situación, pero de un modo vago, y precisamente su falta de perspectiva sobre esos sentimientos es lo que les hace sentirse abrumadas y perdidas. Piensan que no pueden gobernar su vida emocional y por eso no hacen casi nada eficaz por salir del agujero en que se encuentran.

Hay otras personas que son algo más conscientes de lo que les sucede, pero su problema es que tienden a aceptar pasivamente esos sentimientos. Son proclives a estados de ánimo negativos, y se limitan a aceptarlos resignadamente, con una actitud rendida, de dejarse llevar por ellos, y no se esfuerzan por cambiarlos a pesar de lo molesto que les resulta sobrellevarlos.

—¿Y piensas entonces que en realidad no son tan conscientes de lo que les sucede?

Exacto. Las personas que perciben con verdadera claridad sus sentimientos suelen alcanzar una vida emocional más desarrollada. Son personas más autónomas, más seguras, más positivas; y cuando caen en un estado de ánimo negativo no le dan vueltas obsesivamente, ni lo aceptan de modo pasivo, sino que saben cómo afrontarlo y gracias a eso no tardan en salir de él. Su ecuanimidad en el conocimiento propio les ayuda mucho a abordar con acierto los problemas y gobernar con eficacia su vida afectiva.

Observar el comportamiento propio y ajeno 

El conocimiento propio constituye un punto clave para la formación y educación del carácter y de los sentimientos de cualquier persona. Además, ese saber lo que realmente nos pasa y por qué nos pasa está muy relacionado con nuestra capacidad de comprender bien a los demás. En este sentido, es muy útil desarrollar la capacidad de observación del comportamiento propio y ajeno: la literatura o el cine, por ejemplo, pueden enseñar mucho también a conocerse a uno mismo y a los demás cuando los autores son buenos conocedores del espíritu humano y saben reflejar bien lo que sucede en el interior de las personas.

—Pero fomentar tanto interés por el conocimiento propio, ¿no lleva al individualismo o la introversión?

Como es natural, no estamos hablando de desarrollar un afán de malsana introspección psicológica, sino de procurar conocerse para no vivir con uno mismo como con un desconocido.

 

Conocerse bien no lleva a encerrarse en la propia subjetividad, sino                                                      a verse a uno mismo

                                                     con toda la objetividad posible. 

Y eso ayuda, entre otras cosas, a combatir la inestabilidad de ánimo que se produce cuando una persona se deja arrastrar por su imaginación: unas veces divagando en ensoñaciones y fantasías, otras tendiendo a sobrevalorar las propias posibilidades, y otras quedándose a merced del pesimismo o la indecisión, subestimando sus capacidades cuando las circunstancias son adversas. 

La conciencia emocional es muy intensa en unas personas, mientras que en otras es mucho más moderada. Hay personas, por ejemplo, que ante una situación de peligro reaccionan con asombrosa serenidad. Otras, en cambio, pueden quedarse muy afectadas durante varios días simplemente porque se les ha extraviado un bolígrafo o porque su equipo favorito ha perdido un partido en la liga de fútbol.

—Lo dices como si experimentar sentimientos intensos fuera algo negativo.

No tiene por qué serlo. El exceso de sensibilidad emocional puede llevarnos a auténticas tormentas afectivas (positivas o negativas, de exaltación o de abatimiento), y eso tiene muchos riesgos. Pero tampoco puede ponerse como ideal la frialdad y el desapego.

Para facilitar el propio conocimiento, resulta útil analizar los múltiples elementos que interaccionan en nuestra vida, pues es lógico que, a lo largo de los años, algunas de esas facetas puedan pasar por momentos de conflicto más o menos importantes. Son situaciones dolorosas que pueden tener su origen en cuestiones profesionales (dificultades para obtener o mantener determinado nivel profesional, problemas de entendimiento con los jefes o compañeros, fracasos debidos a los propios fallos o a la superioridad de los competidores, situaciones de paro o de insatisfacción laboral, etc.); o dificultades de salud, que limitan de modo transitorio o permanente la propia capacidad, y que pueden ir acompañados de un serio sufrimiento físico o psíquico; problemas afectivos que plantea la convivencia ordinaria (diferencias de criterio entre los cónyuges, o entre padres e hijos, etc.); o toda la problemática específica que puede plantear la vida escolar, abrirse camino en la vida profesional, el declive de la salud o la llegada de la ancianidad; etc.

Y de la misma forma que, por ejemplo, una falta concreta de salud, por muy localizada que esté en un punto determinado del cuerpo, acaba produciendo de ordinario una sensación generalizada de malestar en toda la persona, también un problema grave en cualquiera de las otras facetas de la vida –por ejemplo, en la vida profesional, o en la familia– puede producir un efecto que trascienda esa faceta y provoque otros problemas en cadena: trastornos de carácter, retraimiento o agresividad en la relación con los demás, o incluso –cuando los problemas son importantes– propensión a determinadas enfermedades.

Esto hace que, si falta la necesaria madurez y conocimiento propio, algunos problemas de una faceta de la vida se acaben achacando a otra que en realidad no tiene la culpa, o al menos tiene muy poca. Así, una persona puede culpar a su cónyuge o a sus hijos o a sus padres de la frustración que siente, cuando en realidad ese sentimiento se debe sobre todo a una causa de tipo profesional, o a una simple inmadurez afectiva; o puede considerar que su situación profesional es el motivo por el que se siente insatisfecho, cuando en el fondo se debe a que no acepta la natural pérdida de capacidad o de salud que sobreviene con motivo de la edad o de los ciclos naturales de ánimo que la vida imprime; o puede achacar a determinados defectos de las personas con que convive lo que en realidad se debe a un enrarecimiento del propio carácter; etc.

 Las personas tendemos –al menos la mayoría– a proyectar fuera de nosotros la solución de los problemas que experimentamos. Solemos echar a otros la culpa de casi todo lo malo que nos sucede. Parte importante del conocimiento propio es advertir la presencia de ese sutil engaño. Es cierto que las circunstancias ajenas siempre pueden ayudarnos a resolver y superar nuestros problemas, pero no debemos dimitir –ni total ni parcialmente– del amplísimo margen de responsabilidad que tenemos sobre la mayoría de las cosas que nos suceden en la vida.

Tampoco debe olvidarse que la pereza –con todo el lastre interior que puede llegar a tener en nuestra vida–, trata de llevarnos hacia la ley del mínimo esfuerzo. Por eso, cuando sentimos desgana para afrontar una tarea que nos resulta costosa, es preciso identificar claramente su origen y reconocerlo como lo que es: cansancio razonable que exige descanso, o pereza que hemos de superar; pero no interpretar equivocadamente la desgana como carencia de aptitudes, ni las dificultades ordinarias como acumulación de infortunios o de malévolas confabulaciones contra nosotros, pues sería una triste forma de autoengaño. —Pero a veces se presentan problemas que no tienen fácil solución.

Es preciso entonces buscar posibles modos razonables de resolver esos problemas, al menos hasta donde nos sea posible. Habrá ocasiones, efectivamente, en que sólo podremos disminuir sus consecuencias negativas y aprender a sobrellevarlos: por ejemplo, en el caso de enfermedades crónicas, fuertes reveses económicos o profesionales cuya solución queda fuera de nuestro alcance, problemas serios de relación con personas que tenemos necesidad de tratar, etc.

—¿Y cómo distinguir lo que debe sobrellevarse de lo que debemos intentar cambiar?

Un profundo y certero conocimiento de uno mismo, contrastado por la observación atenta del propio comportamiento externo y de las reacciones interiores, enriquecido por el consejo de quienes nos conocen y aprecian, nos permitirá identificar el verdadero origen de las perturbaciones que inevitablemente experimentaremos siempre a lo largo de nuestra vida.

Así avanzaremos a buen paso hacia la madurez emocional, tan lejana de esas altivas afirmaciones de algunos («yo sigo pensando exactamente lo mismo que he pensado siempre», como si la mejor prueba de lucidez fuera no cambiar jamás en nada de forma de pensar), e igualmente lejos de esa variabilidad de quienes cambian constantemente de ideales y olvidan sus convicciones como si fueran una ligera gripe que ya pasaron, o como si el transcurso de los años no les reportara ninguna enseñanza estable. 

 

viernes, 3 de marzo de 2023

Segunda guerra Mundial

 


Antecedentes de la Segunda Guerra Mundial (1939–1945)

Durante el período entre guerras, hubo muchos factores que favorecieron el desarrollo de un nuevo conflicto bélico de carácter mundial. En primera instancia, Alemania, que había sido vencida en la primera guerra, estaba disconforme con los severos castigos que le habían sido impuestos. Los vencedores de la Gran Guerra fueron Gran Bretaña, Francia y EE.UU., quienes se beneficiaron de las condiciones impuestas en la Conferencia de Paris de 1919, el llamado Tratado de Versalles, donde Alemania perdió la séptima parte de su territorio, se le obligó a pagar costosas reparaciones de guerra, además de reducir su ejército a 100.000 soldados y se le prohibió la industria armamentista. 

Lo anterior favoreció el anhelo del pueblo alemán de recuperar y expandir los territorios a los que Alemania había quedado restringida, creyendo firmemente en la teoría del "espacio vital"(Lebensraum) creada por el geógrafo alemán Friedrich Ratzel, y que consistía en la anexión de territorios con el propósito de alcanzar el desarrollo del país, en este caso, de territorios de habla alemana que estaban situados en otros países. Hitler combinó parte de esta idea con sus peculiares concepciones nacionalistas y racistas, que contaban, a su vez, con un trasfondo social y cultural. La conquista de este espacio vital encaminó los esfuerzos del führer para dar su particular sentido a la guerra que se desataría. Antes que se iniciara la guerra se formaron alianzas entre los países para apoyarse política y militarmente, así Alemania e Italia firmaron el llamado Pacto de Acero. Finalmente, en el año 1940, Alemania, Italia y Japón firmaron el Pacto Tripartito, conocido como la alianza del Eje. Por otro lado, países como Inglaterra, Francia y la Unión Soviética, conformaron el grupo de los aliados, a los cuales se uniría Estados Unidos en 1941. 

Desestimando todas estas imposiciones, Alemania rearmó nuevamente su fuerza militar, mas allá de lo estipulado en el Tratado de Versalles, por lo que se diseñaron y construyeron tanques, aviones y submarinos de una potencia nunca vista. Se debe añadir que los alemanes contaban con un grupo de científicos y técnicos especialistas en las áreas de física, química y metalurgia, que contribuyeron a la creación de armas. El 1 de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia. Cómo este país tenía una alianza defensiva con Francia y Gran Bretaña, estos dos Estados le declararon la guerra a Alemania. Casi al mismo tiempo, la Unión Soviética invadió Letonia, Lituania, Estonia, Finlandia y el oriente de Polonia. Dando así inicio a la Segunda Guerra Mundial.

El Desarrollo de la guerra

 Como Guerra relámpago o Blitzkrieg fue denominada la rápida ofensiva de Alemania contra los países europeos. Utilizando tecnología avanzada para la época, Alemania invadió Noruega, Dinamarca, Bélgica y Francia, contrarrestando en gran medida las defensas de países como Inglaterra. Este estilo le permitió a Alemania obtener aliados como Italia, que pronto participó codo a codo en la invasión y expansionismo propuesto por el régimen nazi. Antes de comenzar la II Guerra Mundial, en agosto de 1939, Alemania había suscrito un pacto de no agresión con la Unión Soviética, que pretendía mantener la paz entre ambos países. Sin embargo, en junio de 1941, este pacto quedó nulo debido a la campaña nazi denominada “Barbaroja” que tenia como propósito invadir la URSS, por lo cual la Unión Soviética entró en el conflicto bélico de manera definitiva. Poco después, se produjo el ataque a Pearl Harbor, donde Japón, sin quedarse fuera del conflicto, inicio una ofensiva militar que pretendió controlar parte de las islas oceánicas del Pacífico, así, se lanzó en un ataque aéreo sorpresivo contra una base militar estadounidense en Hawái. Este ataque implicó el ingreso de Estados Unidos al conflicto en 1941, logrando inclinar la victoria hacia los países aliados, apoyando campañas como el desembarco en Normandía, el 6 de junio de 1944, ciudad localizada al norte de Francia, que permitió contrarrestar fuertemente el expansionismo alemán, y recuperar la capital francesa que había caído en manos enemigas.

¿Cómo finalizó la Segunda Guerra Mundial?

En 1945 finalizó la guerra gracias a que las tropas estadounidenses y las tropas soviéticas lograron entrar al territorio controlado por el régimen alemán y dividirlo en partes, obligándolo a devolver todo el territorio que había conquistado. Fue entonces cuando el führer, Adolf Hitler, se escondió en su búnker privado ubicado en Berlín, y de un disparo en la sien, se suicidó en abril de 1945. Luego de esto, Alemania firmó un acuerdo en el que se rinde y abandonaba sus fines de conquista, con el cual se puso fin a la guerra mundial en Europa. Una situación diferente sucedía con Japón, ya que este país no quería doblegarse ante sus enemigos. De esta manera, Estados Unidos realizó el primer bombardeo nuclear sobre la ciudad de Hiroshima, causando la destrucción de la ciudad por completo. Luego, a tan solo 3 días del evento nuclear, fue arrojada otra bomba sobre Nagasaki, causando que Japón, el 2 de septiembre de 1945, se rindiera y se diese por terminada la Segunda Guerra Mundial.

Consecuencias de la guerra

En el caso de la Segunda Guerra Mundial, se calcula que murieron 60 millones de personas, las causas de fallecimiento fueron muy diversas. En primer lugar, se cuentan las personas asesinadas en los campos de concentración nazi, (seis millones de judíos y personas con discapacidad, homosexuales, etc.), quienes fallecieron a causa de diversos métodos inhumanos realizados por los nazis, como las cámaras de gas, convirtiéndose en uno de los casos más graves de violación a los Derechos Humanos. Por otro lado, se cuentan las muertes en combate, siendo significativo recordar ataques como el de Pearl Harbor y las diversas invasiones alemanas a territorios aledaños. Finalmente, las muertes provocadas por las bombas atómicas; este último hecho, además de provocar la muerte a muchas personas instantáneamente al estallido nuclear, dejó territorios inhabitables por la fuerte radiación de los componentes de las bombas, los cuales perduraron por muchos años en los sectores afectados. Por otro lado, el efecto de la radiación permaneció por muchísimos años, generando el nacimiento de niños y niñas con malformaciones y enfermedades.

Entre otras consecuencias de la guerra podemos nombrar:

 • Debido a la derrota del Eje, el mapa político de Europa se modificó en torno a los países ganadores y vencedores. De esa forma, Alemania fue la más afectada, ya que quedó dividida en cuatro zonas (Francia, Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Soviética) dependiendo de la influencia de los Aliados en cada una. Esto daría lugar a que, en 1949, se crearan dos Estados alemanes distintos. 

• El fin de los regímenes totalitarios en Alemania, Italia y Japón y su reemplazo por sistemas políticos mas democráticos. 

• La emergencia de los Estados Unidos y la Unión Soviética como superpotencias mundiales. Los diferentes sistemas políticos, sociales y económicos de estos países llevaron al inicio de una competencia por la preponderancia mundial conocido como Guerra Fría. Debido a estas diferencias ideológicas, el mundo quedó dividido en dos bloques políticos enfrentados: el comunista y el capitalista. 

• El inicio de un proceso descolonización motivado, entre otras razones, por la ayuda proporcionada por las colonias a sus metrópolis durante la guerra. Este proceso llevó en pocos años a la independencia de gran cantidad de países de Asia y África. 

• La creación en 1945 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual reemplazó a la Sociedad de las Naciones.

• Luego de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional decidió bosquejar una carta de derechos humanos que afirmara los valores defendidos en la lucha contra el fascismo y el nazismo. El armado de dicha carta fue confiado a un comité presidido por Eleanor Roosvelt y compuesto por miembros de 18 países. La Carta fue redactada por el canadiense John Peters Humphrey y revisada luego por el francés René Cassin. El texto final es pragmático, resultado de numerosos consensos políticos, de manera tal que pudiera ganar una amplia aprobación. 

• La Declaración Universal de Derechos Humanos fue adoptada por la tercera Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948 en París. Ninguno de los 56 miembros de las Naciones Unidas votó en contra del texto, aunque Sudáfrica, Arabia Saudita y la Unión Soviética se abstuvieron.