sábado, 19 de octubre de 2013
lunes, 23 de septiembre de 2013
domingo, 15 de septiembre de 2013
lunes, 26 de agosto de 2013
DINASTIAS CHINAS
Dinastía Xia
(1994- 1776 a. C.)
La tradición
dice que los Xia (1994-1766 a.C.) fueron la primera dinastía china
hereditaria, que sólo desapareció cuando fue expulsado su último gobernante
debido al poder tiránico que ejerció sobre su pueblo. Sin embargo, no hay
restos arqueológicos que confirmen esta historia; y la primera dinastía de la
cual hay evidencias históricas es la Shang.
Dinastía Shang
(1776- 1027 a. C.)
La dinastía
Shang gobernó en el territorio que ocupan las actuales provincias de Henan,
Hubei, Shandong y la parte septentrional de Anhui, en el centro y norte de
China. La capital, desde alrededor del 1384 a.C. en adelante, estaba situada en
Anyang cerca de la frontera norte de Henan. La economía estaba basada en la
agricultura; se cultivaba mijo, trigo, cebada y posiblemente arroz. También se
cuidaban gusanos de seda, y se criaban cerdos, perros, ovejas y bueyes. Se han
encontrado recipientes de bronce, armas y otras herramientas, lo cual indica el
conocimiento de la metalurgia y la existencia de artesanía. La sociedad creada
por los Shang era aristocrática. Al frente estaba el rey, que presidía una
nobleza militar y elegía a los gobernantes territoriales, que estaban obligados
a ayudarle en sus empresas militares. Entre esta clase aristocrática y los
plebeyos había un estrato sacerdotal culto que se ocupaba de los documentos de
gobierno y era responsable de la adivinación. Los Shang adoraban a sus
antepasados y a una multitud de dioses, el principal de los cuales era conocido
como Shang Ti, 'el Señor en lo Alto'.
El relato de
la caída de la dinastía Shang que aparece en las historias tradicionales chinas
sigue el modelo legendario de la defección de los Xia. El último monarca Shang,
un tirano cruel y libertino, fue expulsado por un enérgico Zhou de un estado en
el valle del río Wei. Situada en las franjas noroccidentales del dominio Shang,
la cultura de los Zhou era una síntesis de los elementos básicos de la
civilización Shang y ciertas tradiciones marciales características de los
pueblos no chinos del norte y del oeste
Dinastía Zhou
Bajo el
gobierno de la Dinastía Zhou la cultura china se extendió hacia el sur hasta el
valle del Yangtse y hacia el este hasta el mar. La primera capital de la
dinastía fue Hao, cerca de la actual Xi´an.
En el año 771
a.C. las tribus nómadas, junto con príncipes feudales descontentos, invaden el
valle de Wei, destruyen la capital y matan al rey. El hijo del rey muerto funda
la capital de la dinastía Zhou del Este en Luoyang. Los Zhou vieron debilitarse
el poder de esta Dinastía, que duró hasta el año 221 a.C.
La dinastía
Zhou se divide en dos períodos: el período de Primavera y Otoño (771-475 a.C.)
y el de los Reinos Combatientes (475-221a.C.). Los emperadores Zhou fueron
desde este momento simplemente figuras decorativas; los jefes locales gozaban
de una gran independencia, razón por la que mantenían diferentes luchas entre
sí. Es en este período cuando surgen varias filosofías y religiones que
dominarán la China posterior como es el caso del Confusionismo y el Taoísmo.
Dinastía Quin
El estado de
anarquía, debido a la debilidad de la dinastía Zhou, se adueñó de todo el
territorio. De las continuas luchas surge una dinastía efímera, que toma el
nombre de uno de los Reinos Combatientes del norte, Qin (221-207). El emperador
más importante de esta Dinastía fue Shi Huangdi, el primer emperador que
unificó el Imperio. Establece la capital en Xianyang, al oeste de la actual
Xi´an. Este sometió a los gobernantes en lucha y se apoderó del poder,
convirtiéndolo en un poder centralizado. Gracias a los legalistas se suprime el
poder feudal. En este tiempo se unifica la escritura, el sistema de pesos y
medidas, la unidad monetaria y la imposición de determinadas leyes. Para ello,
Shi Huangdi ataca a los doctores del confusionismo y ordena quemar los clásicos
de la literatura y filosofía china. Pero la memoria y los ejemplares ocultos se
encargaron de la pervivencia de estas artes. Para defenderse de las tribus
nómadas, en el año 215, a.C. se inicia la construcción de la Gran Muralla en el
norte de China.
Dinastía Han
Estuvo en el
poder desde el año 206 a.C. hasta el 220 d.C. El primer emperador fue Liu Bang
que tuvo como capital la actual Xi´an. Se distinguen dos dinastías: la del
Oeste (206 a.C.-24) y la del Este (25-220) cuya capital era a la vez Luoyang.
Es la época de la expansión territorial, pero aún más importante la del
desarrollo político y cultural del país. Uno de los descubrimientos más
importantes de esta época fue el papel.
La era de
esplendor tuvo lugar bajo el reinado del emperador Han Wudi (140-87 a. C.),
cuando el imperio se extiende al norte, manteniendo la frontera contra las
tribus nómadas de los hunos, conquistando el territorio de la actual Corea,
aumentando el comercio con el oeste a través del Turquestán y abriendo el
comercio con Asia central, a través de la célebre Ruta de la Seda. En el sur se
someten los territorios de Guangzhou.
Asimismo se
restablece el confusionismo y las enseñanzas clásicas chinas, floreciendo en
esta época el budismo, que había penetrado en China, desde la India, a través
de la Ruta de la Seda.
Pero esta
Dinastía se fue debilitando en sus últimos años. Desde el 220, final de la
dinastía Han, hasta el comienzo de la dinastía Sui, se sucedieron diversos
Estados: Los Tres Reinos y la Dinastía Jin del Oeste y del Este, los Dieciséis
Reinos y las Dinastías del Norte y del Sur
Dinastía Sui
En el 581 la
dinastía Sui toma el poder y, aunque reinó poco tiempo, logró reunificar el
Imperio y reorganizar la administración. Norte y Sur dejan de estar divididos,
y con el inicio de la construcción del Gran Canal intercambian sus mercancías.
La dinastía fue derrocada por una rebelión popular. En el año 618 un antiguo
general de esta Dinastía funda la Dinastía Tang.
Dinastía Tang
Las fronteras
se extienden hacia el oeste; es una época de florecimiento cultural con la
aparición de poemas como Chu-ci. Se mantienen contactos con Japón, Corea y con
los árabes. Pero esta Dinastía, al igual que las anteriores, también tuvo
momentos de debilidad, siendo interrumpida por los reinados llamados
tradicionalmente las Cinco Dinastías y los Diez Reinos
Dinastía Song
A
continuación, en el año 960 sube al poder la Dinastía Song, que se divide en
una dinastía del norte y otra del sur. Fomenta las artes y renueva la cultura.
Se considera la época de esplendor absoluto de la civilización china. También
tuvo su época de luchas con los pueblos esteparios; en el 1127 los Nüzhen
conquistan Kaifeng y fundan la dinastía de los Jin. Los Song se retiran al sur.
En el año 1279 desaparece la dinastía Song del sur.
Dinastía Yuan
En el siglo
XIII China se ve invadida por los mongoles. En 1234 derriban a los Jin, y en
1271 conquistan a los Song del Sur. China, en 1279, con la conquista de la
provincia de Guangdong, entra a formar parte del Imperio Mongol, que unía por
vez primera partes de Europa y Asia.
Kublai Khan,
nieto de Gengis Khan, funda la dinastía Yuan. La gran extensión del Imperio
mongol propicia el contacto con las regiones occidentales y meridionales.
Dinastía Ming
Zhu Yuanzhang
expulsa a los mongoles y funda la dinastía Ming (1368-1644), subiendo al poder
como emperador Taizu en 1368. Establece la capital en Nanjing, expulsando de
Beijing al emperador de la dinastía Yuan. El tercer emperador Ming vuelve a
establecer la capitalidad en Beijing. Se recuperan las antiguas fronteras y se
inicia una actividad marítima que llega hasta las costas de Arabia y de Africa.
Florecen las bellas artes, principalmente la porcelana y la arquitectura.
A comienzos
del siglo XVI los portugueses se establecen en Macao. A finales de este mismo
siglo los jesuitas promueven el contacto entre China y Europa.
Dinastía Qing
Los manchures,
una nueva tribu del norte, penetra en China a comienzos del siglo XVII,
solicitados por un grupo de chinos, y en 1644 el hijo de un jefe manchú es
erigido emperador de la última dinastía china, los Qing.
Se ensanchan
las fronteras y el imperio chino llega a su apogeo en algunos aspectos. En 1662
se conquista Taiwan, se incorpora el Tíbet y el Turkestán Oriental (Xinjiang).
Fin de las
dinastías
La amenaza a
la dinastía Qing vino de Europa. El comercio europeo en el siglo XVIII se
concentraba en Macao y era creciente; es cuando empieza a manifestarse la
superioridad militar y material de Europa. En 1840 se desencadena la Guerra del
Opio entre China y Gran Bretaña, que termina en agosto de 1842 con el Tratado
de Nanking, por el que se cedía Hong Kong a Gran Bretaña y se abrían al
comercio Guangzhou y otras ciudades. En 1844 se firman tratados con Estados
Unidos y Francia por los que se reconoce el derecho de extraterritorialidad a
los europeos. En 1858 estalla otra nueva guerra del opio. En 1860 el Palacio de
Verano es destruido, firmándose un nuevo tratado muy ventajoso para las
potencias europeas. En 1900 el movimiento de los Boxers es abatido por las
potencias extranjeras. Finalmente en 1911 la Dinastía Qing es derrocada por la
Liga Republicana Revolucionaria, acabando así el reinado de los Hijos del Cielo
que había comenzado en el año 2000 a. C.
sábado, 24 de agosto de 2013
sábado, 17 de agosto de 2013
miércoles, 14 de agosto de 2013
jueves, 8 de agosto de 2013
GRECIA ANTIGUA
La civilización helénica de la Grecia antigua se
extendió por la Península Balcánica, las islas del mar Egeo y las costas de la
península de Anatolia, en la actual Turquía, constituyendo la llamada Hélade.
La civilización helénica o griega tiene su origen en las culturas cretense y
micénica.
Las diferencias entre Atenas y Esparta desembocaron en la destructora guerra del Peloponeso, en la que participaron casi todos los griegos unidos a uno u otro bando. La guerra duró hasta el 404 a.C. y acabó con la derrota de los atenienses y el establecimiento de la hegemonía espartana sobre Grecia.
Aprovechando la confusión y debilidad de los contendientes en las Guerras del Peloponeso, el rey Filipo II de Macedonia convirtió su reino en la nueva potencia de la Hélade. Macedonia no estaba desgastada por las luchas y disponía de recursos naturales (cereales, oro y madera). La batalla de Queronea (338 a.C.) le permitió anexionarse Atenas y Tebas. Tras la muerte de Filipo II, su hijo Alejandro Magno, conquistó Persia y dirigió sus ejércitos hacia Egipto y la India, formando un gran imperio.
Hacia el 2700
a.C. se desarrolló en la isla de Creta una rica y floreciente cultura comercial
perteneciente a la Edad del Bronce. Esta cultura recibe el nombre de minoica o
cretense. En torno al año 1600 a.C., los aqueos, un pueblo de habla griega y de
origen indoeuropeo, irrumpieron en el territorio de la Grecia continental,
estableciéndose en el extremo noreste de la península del Peloponeso. Este
pueblo llegó a dominar a los cretenses. Su ciudad más importante fue Micenas.
Hacia el año 1200 a.C., otro pueblo de origen
griego, los dorios, que utilizaban armas de hierro, se apoderaron de Grecia
derrotando a los micenios. La guerra de Troya, descrita por Homero en la
Iliada, fue, probablemente, uno de los conflictos bélicos que tuvieron relación
con esta invasión. Esparta y Corinto se transformaron en las principales
ciudades dóricas. Con los dorios empezó un período de retroceso cultural que se
conoce con el nombre de Edad oscura.
Después de la conquista de los dorios, la vida en
toda Grecia descendió a un nivel muy primitivo, y así se mantuvo durante varios
cientos de años. Sin embargo, desde el siglo VIII y hasta el siglo VI a.C.,
período que se conoce como época arcaica, Grecia desarrolló y culminó una gran
recuperación política, económica y cultural. Ligas de Atenas y Esparta
Tal recuperación fue posible gracias a la
organización en ciudades Estado (polis) y a la fundación de colonias en las
costas de Asia Menor y del mar Negro, en Sicilia, en el sur de Italia, en el
sur de Francia y en el levante español.
Las nuevas colonias se convirtieron en polis
políticamente independientes de la metrópoli (polis madre), pero mantuvieron
estrechos vínculos religiosos, económicos y culturales. Estas colonias fueron
uno de los factores del desarrollo económico de Grecia en este período.
Los siglos V y IV a.C. corresponden al apogeo de
las grandes ciudades estado independientes, entre las que destacan las polis de
Atenas y Esparta.
Cada uno de estos grandes estados absorbió a sus
débiles vecinos en una liga o confederación dirigida bajo su control. Esparta,
estado militarizado y aristocrático, estableció su poder a base de conquistas y
gobernó sus estados súbditos con un control muy estricto. La unificación del
Ática, por el contrario, se realizó de forma pacífica y de mutuo acuerdo bajo
la dirección de Atenas.
Al principio del período, los griegos se
unieron para derrotar a los temidos persas en las llamadas guerras médicas.
Tras la victoria, Atenas se convirtió en la potencia hegemónica de la Liga de
Delos, alianza que se había formado para defenderse de los persas. En política
interior los atenienses consolidaron el sistema político conocido con el nombre
de democracia, gobierno del pueblo, y en política exterior se convirtieron en
la gran potencia político-militar de la Hélade, lo que les acarreó gran número
enemigos. Este periodo es denominado como la 'Edad de Oro de Atenas', o 'Siglo
de Pericles' en honor al gobernante que llevó a Atenas a su máximo esplendor.
Durante el mandato de Pericles se construyeron el
Partenón, el Erecteion y otros grandes edificios. El teatro griego alcanzó su
máxima expresión con las obras trágicas de autores como Esquilo, Sófocles y
Eurípides, y el autor de comedias Aristófanes. Tucídides y Heródoto fueron
famosos historiadores, y el filósofo Sócrates fue otra figura de la Atenas de
Pericles quien hizo de la ciudad un centro artístico y cultural sin
rival.
Las diferencias entre Atenas y Esparta desembocaron en la destructora guerra del Peloponeso, en la que participaron casi todos los griegos unidos a uno u otro bando. La guerra duró hasta el 404 a.C. y acabó con la derrota de los atenienses y el establecimiento de la hegemonía espartana sobre Grecia.
Aprovechando la confusión y debilidad de los contendientes en las Guerras del Peloponeso, el rey Filipo II de Macedonia convirtió su reino en la nueva potencia de la Hélade. Macedonia no estaba desgastada por las luchas y disponía de recursos naturales (cereales, oro y madera). La batalla de Queronea (338 a.C.) le permitió anexionarse Atenas y Tebas. Tras la muerte de Filipo II, su hijo Alejandro Magno, conquistó Persia y dirigió sus ejércitos hacia Egipto y la India, formando un gran imperio.
Tras su muerte en Babilonia (323 a.C.) sus
generales se repartieron sus posesiones. Con Alejandro desaparecía el antiguo
poder de los griegos, pero no su cultura que, fusionada con la oriental, dio
origen al mundo helenístico.
lunes, 5 de agosto de 2013
lunes, 22 de julio de 2013
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